—¡Oye, ¿Qué fue esa explosión de ahora?!.—Escuché la voz de Arthur.

—La explosión fue en su mayoría de mi patada.—Le respondí. Esa flecha de fuego no estaba a punto de ser desviada de su curso aunque yo intenté desviarla. Además.... El tercer disparo vino desde mucho más lejos, ¿Acaso intentarán evitar que me acerque?.—O tal vez me atraen para que me separe del resto de la Octava...—Murmuré bajo.—Aunque sea el caso.... ¡Arthur, sigue persiguiéndolos a pie! ¡Yo te indicaré desde dónde disparan!.—Le dije.

—¡Aunque me digas izquierda o derecha, o este o lo que sea, no entenderé! ¡Asegúrate de apuntar!.—Me pidió.—¡Y te dije que fueras con cuidado, un día de estos te voy a "castigar"!.—Dijo. Creo que no necesito explicar a lo que se refiere, ni porqué el que me haya dicho eso me está poniendo rojo de la vergüenza.

—¡N-no seas idiota! ¡No hables de esas cosas en un momento como este!.—Dije hecho un tomate.—¡A-andando!.—Dije comenzando a avanzar por los aires nuevamente.

Miré a mi alrededor. Veía que mis compañeros de la Octava intentaban evacuar a la gente, pero no lo lograban.

—(Venga, ¿Dónde estás? ¿A dónde has ido?).—Pensaba mientras volaba y miraba a mi alrededor, y entonces vi que una flecha era disparada muy cerca mío en mi dirección, pero no logré esquivarla. Me reincorporé y miré en la dirección de la que venía la flecha, viendo a lo que parecía ser una mujer, bueno, por lo poco que se veía de su rostro tras ese traje blanco que tapaba todo su rostro, ella dio un salto hacia atrás, ocultándose detrás del techo en el que antes estaba.—¡No escaparás!.—Dije siguiéndola, pero al hacerlo vi a un hombre con su mismo traje, que al parecer me estaba esperando.

El hombre se lanzó hacia mí y me hizo un pequeño corte en el pecho, por suerte no era profundo, pero luego se posicionó detrás de mí y me agarró fuertemente, miré hacia adelante y vi a la misma mujer, la cual me estaba apuntando nuevamente. Por la fuerza del agarre del hombre, no podía moverme para esquivar la flecha, y si me lograba liberar, no tendría el tiempo necesario para esquivarla, pero por suerte, Arthur llegó justo a tiempo para salvarme una vez más deteniendo la flecha con su espada.

—Inútil. No puedes detener mi flecha.—Le dijo la mujer, pero él solo sonrió y la destruyó.

Yo finalmente logré liberarme lanzando al hombre hacia adelante dando una vuelta en el aire.

—Ropa blanca... Así que son aliados del Evangelista.—Dije aterrizando al lado de Arthur y mirando su ropa. En eso veo que el hombre se dirige hacia nosotros para atacarnos, pero noté que la flecha de la mujer atravesó las vestiduras del hombre, dirigiéndose hacia Arthur.—¡Arthur!.—Exclamé algo preocupado al ver eso, pero olvidé que el rubio era el mejor manejando esa espada, y destruyó la flecha de un solo golpe.

—¿De nuevo? Esa espada tiene una llama bastante fuerte.—Comentó la mujer.

Vi que iba a lanzar otra flecha, así que me lancé hacia ella para detenerla.

—¡No lo harás!.—Dije, pero ella lanzó la flecha antes de que pudiera hacer algo, y Arthur ya la había destruido con su espada, aunque casi me da a mí.

—¡Idiota! ¡Quítate de mi camino!.—Me dijo Arthur al ver que casi me da en la cabeza.

—¡Intentaba ayudarte, sabes!.—Le respondí, y nos distrajimos tanto discutiendo que no nos dimos cuenta de que el hombre se había lanzado hacia nosotros y nos pateó en la cara a ambos.

—¡Tú quédate fuera de esto!.—Me dijo Arthur para que no saliera herido.

—¡No, tú quédate fuera de esto!.—Le respondí con la misma intención. No soy una princesa débil, no necesito que se preocupe tanto.

Caballero de Fuego (Arthur x Shinra)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu