OO3 ; manchas y abrigos.

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La nívea sonrisa de la perfección hecha persona apareció y Felix juró haber visto incluso como su diente destellaba. Quizá se estaba volviendo demente por él, pero es que... era malditamente hermoso, ¿podría alguien superarlo? Su respuesta era siempre un rotundo no.

Sin dejar de observarlo, tomó entre sus manos la botella de gaseosa que estaba en la mesa y la posó sobre sus labios dejando pasar el líquido por su garganta. Segundos luego, JeongIn vio la oportunidad de hacer una de sus para nada divertidas bromas, se acercó sigilosamente un poco más a su mayor y después, en un movimiento rápido su mano empujó hacia arriba la botella, haciendo que el líquido gaseoso fuera a parar en la camisa de Lee, que justamente ese día era blanca.

──¡Maldita sea, Yang! ──gritó molesto, atrayendo la atención de los demás alumnos... otra vez. Incluyendo a HyunJin── ¡Es una camisa blanca, idiota! ¿¡Cómo se supone que esté así el resto del día!?

El de cabellos rojizos sólo se echó a reír importándole muy poco si Felix lo golpeaba gracias a su ira.

El de pecas se levantó furioso de su asiento con Minho siguiéndole. Sus pasos se dirigieron directo al baño, abrió la puerta y lo primero que hizo fue mirarse en el gran espejo.

──Ahg, no sé porqué sigo siendo su amigo. ──escupió las palabras desde su garganta con enojo. Podría ser una tontería, pero no le gustaban las bromas del pelirrojo.

──No es para tanto, Lix. En dos horas es la salida. ──intentó tranquilizarlo el peliazul detrás suyo, pero era en vano.

──Esto se ve muy mal, todo a causa de ese chiquillo que se hace llamar mi amigo. ¡Me rehúso a salir de aquí así! voy a encerrarme en los cubículos hasta la salida. ──sentenció el muchacho.

La puerta rechinó, avisando que alguien nuevo se había adentrado allí. En el espejo se podía reflejar el rostro de HyunJin, el cual tenía un abrigo en sus manos. Felix enrojeció completamente, sus mejillas se sintieron muy calientes, el sudor se hizo presente muy pronto y creyó que podría desmayarse de un segundo al otro.

──Hola, chicos ──saludó con una pequeña sonrisa──. He visto que tu amigo derramó gaseosa en tu camisa y quise ayudarte prestándote mi abrigo durante el resto de las clases.

Extendió el abrigo hacia el australiano, no obstante, este no respondía, se encontraba totalmente estático como si de un maniquí se tratase. En cambio el peliazul lo tomó por él.

──Gracias, gracias, HyunJin. Luego te lo devolverá, ¿sí? ──el azabache asintió y salió del baño. Felix siguió quieto aún luego de eso.

──¿E-eso fue un sueño? ──sus manos fueron a parar en su pecho, justamente en su corazón. Palmeó en esa zona, como si quisiera saber que aún seguía latiendo luego de aquello.

──No, estúpido, sucedió de verdad. Fue muy amable y tú ni siquiera le dijiste gracias. ──lo regañó, casi gruñendo.

El contrario no le respondió, en cambio se tomó el tiempo de arrebatarle con emoción el abrigo de sus manos. Restregó su rostro contra la prenda de Hwang como si fuera un pequeño gatito, luego empezó a olfatear el pedazo de tela. Un suspiro de satisfacción salió de sus gruesos labios.

──¡Ah! el perfume de HyunJin es tan dulce ──sonrió bobamente y lo abrazó como a un peluche──. El resto de las clases será como tenerlo a mi lado.

 El resto de las clases será como tenerlo a mi lado

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Tímido ─── lixjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora