Capítulo 20

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“Cálmate”, había pensado. “No está siguiéndote”.

Mi cerebro comenzó a girar. Marie sabía quién era el anónimo. De acuerdo. Podía sobrellevar eso. Pero… ¿cómo? ¿Cómo era posible que, quien quiera que fuera, supiera tanto acerca de nosotros? Quiero decir, de todos nosotros. Era literalmente imposible que alguien pudiera estar en tantos lugares a la vez, disfrutando de la satisfacción de torturar a tanta gente.

Me sentía demasiado alterada como para pensar en ello claramente, El único pensamiento que daba vueltas y vueltas en mi cerebro era: “Esto no tiene sentido. Esto no tiene sentido”.

-¿Jenn? –achiqué los ojos, atreviéndome a hablar. Ella masticó su chicle nerviosamente, jugueteando con un mechón de su espeso cabello negro liso. -¿Megan? ¿Qué hacen ustedes dos aquí?
-Recibimos notas –dijeron ambas al unísono. Se miraron a las caras, y luego volvieron a posar sus miradas en direcciones opuestas. Todos fruncimos el ceño a la vez. De acuerdo, de acuerdo. Mierda, mierda, mierda, ¡mierda!
-¿Dónde está Marie? –dijo Megan, dando un paso hacia delante, mientras todos mirábamos por encima de nuestros hombros, asegurándonos de que nadie estuviera escuchándonos. –Dijo que estaría aquí hace como veinte minutos.

Todas miramos a Ryan, quien negó con la cabeza. Chaz levantó las manos en autodefensa, negando, y Justin solo permaneció en silencio. De todos, era el único que no poseía mucha información acerca del asunto.

Me crucé de brazos como si estuviera nevando y yo llevara un bikini minúsculo, pero en realidad las gotas de sudor calientes caían por mi rostro. Dibujé una línea con el pie disimuladamente y me paré un poco delante de ella. Era como mi pequeño círculo mágico. Dentro de él, yo estaba a salvo.

“Ella estará aquí pronto”, me dije. En unos minutos, todo habrá terminado. No es que yo tuviera una idea de lo que iba a suceder. No estaba segura, en realidad. No había pensado en lo que pasaría después.

Escuché un chillido encima de una pendiente arenosa, y todos giramos la cabeza. Marie nos saludó con la mano eufóricamente, mientras sus pies se deslizaban con cuidado para bajar. Fruncí el ceño. ¿Qué cojones estaba haciendo ella sobre una pendiente inclinada?

Entonces, se escucharon tres ruidos sonoros golpear en seco en el ambiente. Entonces, el frágil y delgado cuerpo de Marie cayó de rodillas, y comenzó a rodar colina abajo. Sus brazos y piernas retorciéndose terriblemente, al igual que su cabeza. Su pequeño cuerpo golpeó contra una piedra, y las lágrimas de dolor se apresuraron a mi rostro. Era como si me hubieran aventado a mí.

-¡MARIEEE! –grité guturalmente. Obligué mis pies a moverse hacia delante, pero todo lo que pudimos hacer todos fue observar la escena, horrorizados. El cuerpo de Marie cayendo y retorciéndose rápidamente, el polvo cubriéndola totalmente. Jenn se cubrió los ojos, emitiendo un chillido, Chaz la sostuvo de los hombros. Megan abrió su boca, temblando. Ryan se agarró los cabellos histéricamente. Yo me eché hacia atrás, chocando contra Justin, quien rodeó sus brazos alrededor de mi cuello, abrazándome protectoramente. Me apegué a él, mientras el shock lentamente me consumía.

Se escuchó un avión a lo lejos, y necesité de toda mi disposición para levantar la cabeza unos centímetros, achicando los ojos para evitar el sol consumiéndolos, también.

“No debió saber tanto”, decía un polvillo de nubes en el cielo, al tiempo que el avión desaparecía.

“A veces ganas, y a veces aprendes”.

-¡Oh, Dios mío! –chilló Megan. Todos nos apresuramos hacia el cuerpo contorsionado de Marie y comenzamos a gritar.
-¡Marie! Oh, ¡Dios mío! ¡Marie!
-¡No! –grité guturalmente, sin atreverme a tocarla. Ella estaba tan… retorcida.
-Ella no está respirando –se lamentó Jenn -¡____, ella no está respirando!
-¡Puta madre, hagan algo, maldición! –gritó Ryan guturalmente. Justin y yo nos miramos, tragando saliva. Las lágrimas deslizándose rápidamente por mis mejillas. Ella estaba… Estaba muerta.
-¿Tienes tu móvil? –le pregunté a Megan. –Llama al 911.

LOST | 2da TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora