Capítulo 9

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// Mas abajo dice el momento en el que pueden empezar a leer con musica :) //

____'s POV:

Mientras me maquillaba, pensaba en lo mucho que yo podría divertirme esta noche si tan sólo se me ocurriera olvidarme de todo esto. Pero, como si fuera poco, mi iPod seguía escupiendo canciones tristes por las cornetas desde la mañana. Ya sé que me estaba comportando como una gilipollas, pero como sea. Que me dejasen vivir mi vida en paz y deprimirme por una vez en la vida, no era un pecado o mucho que pedir, ¿o sí? Quiero decir, tampoco iba a tirarme de un puente por haber tenido una pelea tonta con Justin, o por el hecho de que él ni siquiera me había llamado y que tal vez no lo haría nunca. Me refiero a que, diciéndolo así, cuando te entristeces, te pones a pensar en todas las demás cosas que salen mal en tu vida y las sumas al drama inicial, lo cual termina siendo básicamente un monólogo suicida. Quizá yo sólo hice eso en lugar de hacer lo que antes: ir a su casa, decirle que era un idiota y luego acostarme con él.
Quizá yo sólo pensaba en todas las cosas malas que pasaban en mi vida. Metían a mi novio a la cárcel, agonizaba durante dos años, salía adelante, intentaba salir con un chico que no me proporcionaba ni la cuarta parte de la felicidad que necesitaba, mi madre se comprometía con un tipo al que ni siquiera le dirigía la palabra en realidad, y ahora vivíamos en su casa; peleaba con Justin, él ni siquiera llamaba, me intentaban matar al empujarme de una pendiente inclinada, Nathan me odiaba por una escena de celos en la cual casi le rompen la columna, había perdido a mi jodida mejor amiga porque ella se fue a Irlanda sin siquiera pensar que yo la necesitaba aquí, mi jodido mejor amigo también se había ido a estudiar a Philadelphia y ni una tarjeta de cumpleaños envió... y, y mi padre ni siquiera aparecía desde hacía más de dos años.
No es que yo pensara que mi vida era la peor de todas. Pero tampoco se trataba de suerte. Y, si fuera así, yo era un imán de la mala suerte. Una jodida red atrapa-mala-suerte. Una lámpara iridiscente donde revolotea la mala suerte.

De pronto, me di cuenta de lo infeliz que era.

Miré mi honda cicatriz en el interior de mi muñeca. Ya sabía que era pésimo y que era bueno que lo hubiera dejado de hacer a los quince. Pero... pero a veces como que era necesario. Quizás podría incluso desahogarme un poco. Tampoco tendría la necesidad de casi rebanarme una vena... quizás sólo, si lo hiciera con cuidado...

La puerta de mi habitación sonó con dos golpecitos, y luego se abrió. Sobresaltada, clavé la mirada en el espejo enmarcado cuidadosamente en la pared y continué deslizando el delineador negro por mi ojo cristalizado y maquillado, sacándome de mis pensamientos suicidas estúpidos.
Byron entró lentamente, asomando su cabeza medio-calva y elevando sus labios en una sonrisa incómoda.

-¿Cómo no te sacas un ojo? -bromeó, pero yo mantuve mi boca cerrada. "Delinea, ____, delinea".
Ante mi silencio, él entró, cerrando un poco la puerta, y jugueteó con un hilacho de su camisa de tela a cuadros con nerviosismo. Casi fruncí el ceño. Apenas nos comunicábamos en el desayuno y algunas veces antes de irme a dormir. Todavía me era extraño vivir en su casa.

-¿Vas a salir? -inquirió, levantando el volante de la fiesta con una mano, y leyendo con detenimiento. Lo observé a través del espejo mientras fingía difuminarme el blush.
-Sí. Con unas amigas -respondí en tono neutro.
-Se oye bien -comentó. -Siempre solía escaparme de casa a fiestas con mis amigos.

Asentí débilmente, y comencé a guardar el maquillaje de vuelta a un estuche de Victoria's Secret que me había regalado mi verdadero papá hacía como cuatro años. Todavía conservaba todas sus cosas. Al menos las que salvé de que Amanda las quemara o algo.
Byron vaciló, y se sentó en la cama con lentitud, sosteniendo el volante entre sus manos rechonchas. Alisé mi vestido color rojo cereza y suspiré, continuando con lo mío.

LOST | 2da TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora