La Heredera Mágica (Starco)

II Reuniendo a la Familia

Todo había salido normal con la inscripción de nuestra pequeña a la escuela primaria. Ella es muy lista, definitivamente heredo la inteligencia de Marco.

Dimos un pequeño recorrido por las instalaciones y nos alegraba ver que también había niños monstruos allí, es increíble pensar que hace varios años esto se consideraría inconcebible, pero el mundo les abrió los brazos a los monstruos, al menos la gran mayoría.

Después de terminar con la visita a la escuela, Star, Marco y Danielle, fueron a visitar a los padres de Marco antes de ir donde los padres de Star para almorzar.

Acompañadas de canciones infantiles llegaron a la casa Díaz, la cual parecía que los años no pasaran por allí. Es igual que cuando Star llegó por primera vez a la Tierra.

Marco: -Apagando el automotor- ¿Lista para ver a los abuelos Díaz?

Dani: -Alzando los brazos de felicidad- ¡Siii!

La pequeña se desabrochó el cinturón de seguridad, sus padres se bajaron del auto y abrieron la puerta para la infanta.

Ambos tomaron las manos de su hija y caminaron hacia la puerta.

En el camino fue inevitable llenarme de nostalgia de todos los momentos vividos aquí con Star, unos buenos y unos malos, obviamente, pero todos eran felices porque estaba junto al amor de mi vida.

En el patio dormía un ciclodragón muy parecido a Nachos.

Marco: -Frunciendo el ceño- Cuantas veces le he dicho a esa niña que guarde a su ciclodragón, podrían robárselo.

Star: Tranquilo, amor. Pobre del alma que quiera robarle algo a Mariposa. –decía en tono relajado-

Dani: La tía Mari es tan genial.

Marco: Sé que lo puede hacer, pero debería ser más responsable y más si su ciclodragón es hijo de –suspirando- mi querida Nachos.

La rubia vio el semblante triste de su esposo y empezó a acariciar su mejilla.

Star: Yo también la extraño mucho.

Debido a que Nachos ya había envejecido mucho, decidí que lo mejor sería dejarla en libertad y que pasará tranquila lo que le quedase de vida.

En mi contienda por las tijeras de Hekapoo hace ya varios años, aprendí que los ciclodragones viven alrededor de 50 años humanos, Nachos actualmente tendría cerca de 47, lo mejor era que viva con los suyos.

Tanto para Star como para mí fue muy doloroso despedirnos de ella, por suerte nuestra hija no tiene muchos recuerdos de ella, era muy pequeña en ese entonces, pero de todas formas le habría dolido decir adiós.

Mariposa también la quería mucho, para su suerte, Nachos tuvo descendencia y mi hermana se quedó con una de sus crías, ahora son inseparables, tal como fuimos Nachos y yo.

Marco: Todos lo hacemos.

Después de despabilarse de la nostalgia que le trajo recordar a Nachos, el castaño tocó el timbre de su antiguo hogar.

Angie: Querida, podrías abrir la puerta por favor.

Mariposa: ¡Aish! Bueno, mamá. –decía sin ganas-

Unos pasos se acercaban a la puerta.

Star: Se bueno con tu hermana. No la hostigues con tus preocupaciones de hermano mayor.