Un flechazo (des)organizado

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—Va a ser una fiesta genial, estoy segura. Te esforzaste un montón, lo sé. —Mira el reloj de su teléfono y suspira—. Supuestamente, en media hora tiene que salir el imitador. ¿Querés comer algo mientras?

—Y sí. ¿Pedimos unas milanesas con papas fritas?

—Perfecto. Ahí vuelvo... —Comienza a irse, pero se da vuelta—. ¿Te pido otra cerveza?

—¡Sí, por favor!

Entonces se aleja de nuevo. Aprovecho el instante y saco mi celular para revisar los nuevos mensajes que tengo. Varios de mi hermano pidiéndome que me cuide y que no vuelva tan tarde a casa, otros de algunos seguidores de Instagram que comentaron la última foto que subí y uno de mi rubio favorito. El único que me interesa leer.

Emanuel Lezcano // 22:28

Como me gustaría que estuvieses conmigo ahora.

Y una foto de él en la bañera, con un poco de espuma apenas tapando sus partes privadas. Siento que me sonrojo y miro a mi alrededor, no vaya a ser cosa que alguien esté detrás de mí mirando todo. El mensaje lo mandó hace veinte minutos, por lo que probablemente perdí la oportunidad de contestar con algo picante.

Se me acelera el corazón al ver que está en línea y escribiendo. Así que espero con el chat abierto.

Emanuel Lezcano // 22:51

No me contestaste lo que te pregunté esta mañana...

Sonrío y muerdo mi labio inferior pensativa.

Mi número // 22:52

Creo que esa respuesta merece ser dicha en persona y sellada con un beso ;)

Espero su respuesta, solo llegan emojis de caritas con ojos de corazón, pero me da mucha ternura que mande eso.

Emanuel Lezcano // 22:54

No veo la hora de verte mañana. Voy a estar pensando en eso toda la noche. ¿Y si nos vemos ahora? Estoy con Rama y unos chicos más, podemos juntarnos todos juntos...

Mi número // 22:55

Realmente me encantaría, pero le prometí a Vale que iba a ser solo noche de chicas y en cuanto termine de cantar el imitador de MJ ya nos vamos, mañana tengo que levantarme temprano :(

Emanuel Lezcano // 22:55

Bueno, no hay problema. Nos vemos mañana. Que la pases lindo y tengas dulces sueños más tarde. Besos en todos lados.

Me río y niego con la cabeza mientras le envío emoticones de besos. Mi amiga vuelve con la comida y me mira con una sonrisa cuando nota que mi expresión cambio de nuevo.

—Doy un paso atrás a todos mis comentarios anteriores —dice agarrando su bandeja—. Veo que te hace feliz y seguramente es buen tipo, así que le doy el visto bueno y, además, si es amigo de Rama es porque es una buena persona, estoy segura.

—Bueno, gracias. Para mí es muy importante que vos me digas eso, así que me pone contenta. Y... algo que omití contarte, es que hoy me pidió que seamos novios —cuento comenzando a cortar la milanesa. Abre la boca sorprendida y luego da rápidos aplausos de felicidad.

—¡Sí, eso es genial! Listo, entonces está con vos. Sé que Emanuel no es de tener relaciones serias hasta que alguien realmente le interesa, así que... sos la ganadora. —Me guiña un ojo y chocamos los cinco.

Terminamos la cena con conversaciones triviales y poco importantes, disfrutando del imitador de Michael Jackson. Es tan parecido que me da miedo, incluso canta bastante igual al original. Quizás sea cierta la teoría de que aún está vivo.

—Vamos a sacarnos una foto —dice Valeria poniéndose de pie al ver que que varias personas se reunieron alrededor del artista para conocerlo.

—¡Me da miedo! —exclamo. Ella se ríe y rueda los ojos.

—No seas tonta... vamos. —Toma mis manos y tira de mí para que me levante.

La sigo con algo de temor, hasta que noto que de cerca el hombre no es tan parecido y que se le nota bastante el maquillaje. ¿Por qué se me hace tan conocido?

Cruzamos una mirada y noto su nerviosismo. Entrecierro los ojos para escudriñarlo mejor y al instante me doy cuenta de quién es. No puedo creer que cante igual a Michael Jackson, creo que voy a morir. Se acerca a nosotras con incomodidad. Creo que Vale aún no lo reconoce, ya que se saca una foto, lo abraza y le dice lo gran admiradora que es.

—No le digas nada —murmura él en mi oído cuando me acerco a saludarlo—. Ni a mi hermano, por favor.

—Ay, Andrés, ¡si estuviste genial!

—Shh —me calla señalando a mi amiga, que está concentrada en su teléfono—. Mañana hablamos y te explico.

Me saluda con la mano y se aleja para continuar con sus demás fanáticos.

—Creo que debajo de todo ese disfraz se esconde un hombre muy lindo —opina mi amiga con expresión risueña. Hago una mueca divertida y asiento.

—Sí, yo creo lo mismo —comento confundida por la actitud de Andrés.

Mañana tengo que hablar sí o sí del porqué se esconde y rezar para que no se me escape una palabra de esto.

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A los 30 votos subo uno más porque este estuvo aburrido jajaja