•Sasuhina•

•Shaken•

Comenzó su andar dejando atrás a la Hyuga quien trotando logró alcanzar a la furiosa Uchiha, con delicadeza tomó su mano sorprendiendola, le dirigió su mirada recibiendo como respuesta una curvatura de labios.

—No te enojes con Itachi-san el es muy bueno. ¿O te enojaste por mi?

—¿¡Qué, no claro que no?! Es decir no, sabes que no es eso, él siempre me hace enojar —respondió más serena evitando los ojos perla de su acompañante—. Andando Hyuga...

—Hinata, somos amigas porque me sigues llamando así... ¿A-acaso...

—Bueno ya, vamos Hinata —cortó con enojo pues le dolía saber que ella solo la miraba con una amiga.

•••

Al entrar al salón la morena soltó con rapidez la mano de la Hyuga quien bajo su mirada dolida sin ser percibida.

—¡Hola Sasuko! —saludó una rubia de coletas quien se acercó a ella abrazándola con fuerza haciendo enojar a la mencionada. Mirando a la ojiperla ¿Triste, quizás?

Curvando sus labios se le ocurrió un plan que daría fin a sus sospechas, soltándola se abalanzó a la otra morena.

—¡Hina-chan! Oye, pero que hermosa te ves —sonrió con picardía, si tuviera ojos en la espalda vería la reacción de su amiga pero se la imaginaba, puños cerrados y ceño fruncido a más no poder.

Reía nerviosa la ojiluna quien solo negó dirigiéndose a su asiento.

—¿Ah, que te pasa Sasu-chan? Estás enojada acaso, porque si es así...

—Cállate, mejor siéntate —cortó sin emoción alguna dejando a la Uzumaki parada con un puchero, suspirando imitó a su compañera.

El profesor entró al salón dando inicio a su clase.

•••

En la cafetería

Se escuchaba el bullicio de los alumnos tomar asiento mientras mantenían una plática con sus amigos, otros simplemente se limitaban a comer escuchando música y otros salían a ingerir sus alimentos en el jardín.

—Te digo que si, no seas estúpida...

—¡Qué! —gritó eufórica, cómo se atrevía esa idiota a insultarla solo ella podía hacerlo.

—¡Es broma! Ya tranquila, es para ver si me estabas prestando atención. Anda vamos a sentarnos por allá —señalando un árbol con una gran sombra.

Rubia y morena se fueron caminando hasta llegar al árbol alejado de los demás. Con delicadeza se sentó en el pasto mientras mordía una manzana.

—Se que te gusta Hinata, soy tu amiga a mí no me puedes engañar, aunque digas que soy una estúpida y que no capto —rodó los ojos al insultarse pues vió que su amiga estaba por opinar—. Lo sé... ¿Y bien?

—No digas estupideces Naruko, ella no me gusta y deja ya de imaginarte tonterías ¿Quieres?

Bufando desvío su azulada mirada en una sola persona decidiendo llevar acabo su plan, ya después se lo agradecería—. Bueno, bueno ya no me imaginaré tonterías —haciendo comillas en lo último dicho—. Pero es bueno saberlo porque Sakura se la quiere hechar al plato —soltó restándole importancia mientras le daba una gran mordida a su manzana.

Asutandose por ver a su amiga toser por atragantarse con el bocado se levantó para darle palmaditas en su espalda—. ¿¡Sasuko no te mueras, ya estás bien!?