Sentía que se desmayaría en cualquier momento, el sudor se mezclaba con la sangre que brotaba de su frente y mejillas. Visualizo a lo lejos una mancha rosada acercarse a toda velocidad.
—¡Sasuke-kun! —oyó el grito desesperado de la fémina antes de caer al suelo inconsciente.
El olor a hospital comenzó a colarse en sus fosas nasales, arrugando su nariz por el desagradable aroma, abrió los ojos con lentitud e intentando incorporarse, sintió una mano posarse en su pecho.
—Me a-alegra que despertarás, Sasuke-kun —la mirada carbón la observo sin interés, logrando percibir un tenue sonrojo en el rostro de la mujer que lo observaba—. Trata de descansar, te traeré algo de comer.
La vio salir con rapidez de la habitación, se incorporo sintiendo un dolor intenso en todo su cuerpo haciéndolo recostarse nuevamente, suspiro con pesadez. Levantando su mano vio los vendajes, frunciendo el ceño por su aspecto tan deplorable, cerro los ojos.
La puerta se abrió dejando ver a una pelirosa y a un chico ruidoso que se acercó bruscamente a su cama.
—¡Sasuke-teme! Me alegra que despertarás —sonriente el rubio se sentó en la cama del moreno, recibiendo una queja por parte de la pelirosa que lo hizo levantarse y sentarse en la silla—. ¿¡Qué fue lo que te paso?!
—¡Déjalo en paz Naruto!
Ambos atolondrados iniciaron una discusión que lo hizo irritarse, el rubio exigiendo respuestas de su estado y la ojiverde pidiendo que dejará de gritar y molestarlo. Suspirando les dijo a ambos que se callarán o se largaran.
—L-lo siento Sasuke-kun —ruborizada la ojijade le acercó una charola—. Espero no te moleste la comida de hospital, m-mañana personalmente te prepare algo de comer.
—Hmp, quiero irme
—¡Oye! —iba a a comenzar a gritar pero la furtiva mirada de la mujer lo hizo pasar saliva—. Sasuke, debes descansar estás muy herido, Sakura-chan aún no termina de curarte del todo, deberías quedarte.
—Como sea —alejando la charola que antes le había pasado la fémina, se giro dándoles la espalda.
Al ver la acción del chico ambos se despidieron y estaban por salir pero el azabache llamo a su mejor amigo, a lo cual la Haruno salió un poco molesta pero no se quedaría de brazos cruzados.
—Mañana vendré a realizarte un chequeo y curar tus heridas. Descansa Sasuke-kun —y con eso último se marcho.
—Dobe, necesito que le entregues este pergamino a Kakashi —le entrego el mencionado a lo que con duda lo tomo, se giro para ver al rubio quien estaba por preguntar algo, pero se adelantó—. Tengo información sobre el lugar al cual me envió, encontré antiguos pergaminos, intente entrar pero no se lo que paso.
—¿Te atacaron? —pregunto el rubio confundido.
—No... Realmente no se lo que pasó, en cuanto salga de aquí...
—Iré contigo, tal ves sea algo muy peligroso que intentan ocultar, no te preocupes teme ambos lo averiguaremos —vio sonreír a su mejor amigo—. Pero antes debes recuperarte, te dejo, iré a dejarle esto a Kakashi-sensei —con un efusivo adiós, el ojiazul salió del cuarto del Uchiha.
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Al día siguiente, como lo había prometido la Haruno se encontraba en la habitación del ojinegro desde muy temprano.
Fastidiado por la presencia de la chica estaba tentado a decirle que se fuera, pero necesitaba que lo curará, pues tenía entendido Tsunade se encontraba fuera de Konoha.
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•Sasuhina•
FanfictionPequeñas historias dedicadas a la pareja Sasuhina. Espero sean de su agrado. AU Los personajes le pertenecen a Masashi Kishimoto.
