•Shaken•

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—¡Me gustas Hyuga!

—¿Qué?...

¿Cómo es que había llegado a esa situación tan vergonzosa? —bufó  molesta.

Ya lo recordaba, todo era culpa de esa rubia parlanchína. De solo recordarlo le daban ganas de ir a golpearla.

"La luz del amanecer se colaba por su ventana a pesar de sus oscuras cortinas, los rayos del sol se posaban en sus aún cerrados ojos.

Frunciendo su ceño, se giró dándole la espalda a la luz suspirando abrazo su almohada. Se escuchó la alarma de su celular y con pereza lo apago dando así, inicio a su día.

Su cabello azabache estaba hecho un desastre, se incorporó de su mullida cama colocándose sus sandalias afelpadas arrastrando sus pies en dirección al baño para darse una relajante ducha.

Pasados los minutos la joven estaba lista con el uniforme bien colocado, cabello cepillado y con un ligero aroma a moras y coco. Inspiró y bajó a desayunar con su familia.

—Buenos días cariño, el desayuno está listo siéntate —la progenitora dejó un plato para que se sentará a degustarlo.

—¡Itachi ese es mío! —gritó mientras agarraba el brazo de su hermano para que no se llevará la cuchara a la boca—. Mi madre me lo dió a mi.

—No seas así, el tuyo tiene fresa y el mío no —se excusó el Uchiha con una leve sonrisa irritando a su pequeña hermana divisando un puchero de su parte.

—Hmp, ojalá te atragantes —enojada se sentó en otro lugar mientras degustaban su desayuno.

•••

—¿Seguirás enojada conmigo? Eh Sasuko... —preguntó Itachi con la mirada enfrente para no ocasionar un accidente.

—Hmp...

—Oh vamos te compensaré ¿Qué dices? —la observó en un alto divisando una melena morena, sonriendo con malicia habló—. ¿Oye que no es esa Hinata Hyuga?

La Uchiha se ruborizó y rápidamente levantó su mirada ónix en busca de la ojiperla.

—Vaya que es hermosa, tu que eres su amiga dime ¿Tiene novio o consideraría salir con uno de veintres? —vió a su pequeña hermana dar un respingo y sonrió triunfante.

Él sabía de los sentimientos de la pequeña Sasuko pero sabía que no era capaz de confesarse por miedo a ser rechazada o por su tal vez gusto por los hombres.

—¡Oh! Se puso el verde llámala para llevarla al Instituto.

—¿¡Qué!?

Era tarde su hermano ya le estaba gritando, maldito Itachi lo odiaba.

—No es molestia Hina-chan anda te llevamos —dijo el azabache mayor con una gran sonrisa que a la ojiperla hizo ruborizar, enfureciendo a la Uchiha.

—Gr-gracias Uchiha-san —con nerviosismo se abrochó el cinturón de seguridad—. Hola Sasuko-san —ruborizada a más no poder desvío su perlada mirada.

—Vamos Hina-chan no soy tan viejo, dime Itachi. Bien sigamos —dio marcha al auto con dirección al instituto Konohagakure.

Estacionándose cerca de la entrada ambas morenas salieron del auto una despidiéndose con una gentil sonrisa y otra azotando la puerta del copiloto.

•Sasuhina•Where stories live. Discover now