Capítulo 14

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Al día siguiente, Albus fue el primero en despertar

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Al día siguiente, Albus fue el primero en despertar. 

Se quedó tendido unos segundos, entrecerrando los ojos ante el sol mañanero que iluminaba su rostro, antes de voltearse para ver a quien yacía a su lado. Scorpius se veía increíblemente adorable durmiendo, incluso a pesar del hilo de baba que corría por su mejilla. Albus sonrió internamente hacia ello, poniéndose de pie con lentitud y tomando su mochila para caminar hacia el baño. 

Nunca había sido una persona mañanera, pero no en el sentido de encontrarse malhumorado tan pronto despertaba, ya que siempre parecía hacerlo de buen humor y con energía, sino que encontraba irritante el mal aliento y el sueño pegado a sus ojos, que venía acompañado con el despertar. Es por eso que no pudo evitar lavarse el rostro, los dientes y mojar un poco su cabello tan pronto entró al baño, antes de usar el contenido de su neceser y cambiarse de ropa. Sabía que debía de parecer un demente a ojos ajenos, por que las demás personas parecían adorar el quedarse en la cama por más tiempo, pero se limitó a sepultar aquella sensación y volver con lentitud hacia su amigo.

 Scorpius comenzaba a despertar; a diferencia de Albus, se limpió la mejilla, con los ojos medio entrecerrados y el cabello revuelto, antes de sentarse y sonreírle. No parecía apresurado por salir de la cama y Albus no pudo evitar poner los ojos en blanco, por que su amigo era un idiota (un idiota lindo, pero ese no era el caso).

--¿Cómo dormiste?--Scorpius murmuró por lo bajo.

--Como dos horas--contestó Albus, riendo un poco y dejándose caer junto a él. 

Ayer por la noche, se habían separado tan pronto sus labios se tocaron y ambos, algo incómodos, procuraron no prestarle atención a aquel pequeño y especial momento, a pesar de que fue deseado por ambas partes: la noche pasó sin más incidentes; terminaron de cocinar las galletas, se quedaron a la mesa charlando de todo y nada, antes de turnarse para bañarse nuevamente y caer sobre la cama, más que cansados. Ni siquiera se les cruzó por la mente cuestionarse el beso, o discutirlo. Era como un cosquilleo molesto que resonaba en el fondo de sus mentes.

--Sí, no debimos de quedarnos hasta tan tarde--Scorpius soltó un gemido, que la mente de Albus, haciendo sonrojar al chico, malinterpretó al instante. El rubio no notó cómo su amigo se mordía el labio;--. Voy al baño, y luego bajamos a desayunar, si quieres--añadió, notando que Albus se encontraba totalmente vestido.

El chico asintió, tapándose los ojos con su brazo derecho. Aquel tonto beso había entrado y salido de su sueño durante toda la noche; Albus sabía, sintiéndose algo culpable, que deseaba volverlo a repetir. Solo que Scorpius se había alejado, dejando en claro que no se encontraba interesado, y ahora el moreno no tenía más que avergonzarse. Esperaba que las cosas no cambiaran por aquel incidente.

Se encontraba tan triste ante la dirección que sus pensamientos tomaban, que no notó cuando Scorpius regresó a la habitación.

--Hey--el chico murmuró, acostándose a su lado y apoyando su cabeza con suavidad sobre el estómago de Albus. Este último se negó a destapar sus ojos, por muy infantil que fuera, porque eso significaba que debería de observarlo, y no creía poder soportar el peso de aquellos preciosos ojos grises--, Al, ¿Que está mal?

Moהotoהía (SCORBUS)Where stories live. Discover now