Capítulo 3

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Sus días, dolorosamente parecían verse contados.

Frente a la ventana, yacía un somnoliento Jeon Jungkook, ensimismado, con su mirada perdida en la inmensa nada. Largos días habían pasado desde aquella última vez, en la cuál claramente, pudo escuchar la voz de su Taehyung.

Días tan largos... Tan difíciles, tan grises, en los cuáles, comer ya no había sido una opción. Solo sostener su mano, y sentir el calor de esta lograba tranquilizarlo, hacerlo sentir un poco de paz interior. En las madrugadas frías, la fiebre se adueñaba de Taehyung, lo hacía temblar y entre sueños quejarse... ¿Qué podía hacer más que a su lado acostarse y entre sus brazos tomarlo para darle algo de calor?

Una sonrisa nunca puede evitar dibujarse en sus labios en aquellos escasos segundos, en los cuáles su pequeño logra recuperar un poco su consciencia, cuándo abre sus ojitos... Cuándo puede ver el sol reflejado en su débil mirar.

Su pequeño ahora está muy delgado... Tan frágil ante su mirada se deja ver qué de cualquier mal, Jeon Jungkook no puede evitar querer protegerlo. Sus venas como hermosas ramificaciones en su piel se reflejan y el dibujarlas con la yema de sus dedos, para Jungkook se había convertido en una pequeña especie de pasatiempo.

No importa que tan demacrado hoy en día él se vea... Él sigue brillando hermosamente en su máximo esplendor.

Hay una de las manos de Jungkook, que ahora se encarga de acariciar suavemente la mejilla de su niño y este, muy cómodo parece sentirse ante la calidez apacible de su amado: "Siento haberte preocupado..."

Una sonrisa muy dulce, fue la que Jungkook esbozó para su amor y sin acaso dudarlo... No tardó en unir sus labios en un beso casto, sutilmente cargado de pasión y dulzura.

Aquél beso tuvo un fin... Y su mirada, justo sobre aquellos labios que alguna vez gozaron de el más tierno y hermoso color que alguna vez vió, simplemente allí quedó, varada... Divisando dolorosamente cómo su color se había perdido, ahora, simplemente eran pálidos... Carentes de color, carentes de vida.

Escapar de sus pensamientos, fue lo único que quiso, hizo un mohín... Levemente sonrió y entonces negó: "No tienes que disculparte, sabes que aquí estaré".

"¿Hasta el final...?"

Aún estando herido... Poco convencido de que realmente haya un final para su historia juntos, a él no le queda de otra más que seguir sonriendo y darle a su amado lo que realmente quiere escuchar:

"Hasta el final".

Color Sol - J.JK x K.TH ©Where stories live. Discover now