Capitulo 27.

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Alex, era el único nombre que pasaba por mi mente sentía un vacío, una oscuridad eterna, me imagino que esa sensación es la muerte, no hay nada, uno está solo.

Varias imágenes de los días anteriores pasan por mi mente, Alex lo siento o tal vez no lo sienta, escucho mi propia voz diciéndole a Alex que lo voy a proteger, voy a morir por algo tan simple.

No puedo, miro a Scott a lo lejos, estuve esperando tanto tiempo estar con él, intente todo y ahora estoy muriendo debería ir con Scott pero no puedo dejar a Alex con estos vampiros.

Abro los ojos y todo esta oscuro pero una leve luz alumbra donde estoy, enfrente de mí hay un espejo y miro a través de él.

—Sangre lo vas a dejar, estás lista para dejar todo así. —Dice mi propio yo en el espejo. —No seas estúpida otra vez, abre los ojos.

Un dolor en el costado de mi estómago me hace gruñir.

—¿Por que duele? —Me miro al espejo y miro todas mis heridas y me miro a los ojos.

—Abre los ojos sangre. —Me miro detenida mente. — ¡ABRE LOS OJOS SANGRE!

Abro los ojos, veo nublado pero se quita rápido y mi vista se ajusta y no ve a las dos mujeres, bajo la mirada y hay un gran charco de sangre, no espero más y tomo las estacas, si fuera humano tendría que respirar profundo pero no es mi caso, las tomo fuerte y las jalo para arriba, sale un fuerte chorro de sangre.

Caigo rápido al suelo, cayendo en el charco, un leve gemido sale de mi boca, saco mis colmillos y un olor conocido llega a mi nariz, Daniel está aquí.

Me levanto como puedo, mi cuerpo tiembla un poco pero Daniel esta contra esas arpías y dos vampiros gravemente heridos sería un problema. Uso mi velocidad sin importarme la pérdida de sangre y llego donde esta Daniel con las dos mujeres.

Mantienen su distancia, uso mi velocidad y llego a la par de Daniel, me mira y me toma de la cintura y me habla.

*—Sangre. —Dice en mi mente.

Estoy bien, solo quiero saber si logro llegar. —Le digo apoyándome por completo en su cuerpo.

Sí está en la cabaña con Diana. —Dice mirándome con sus ojos rojos*

Asiento y miro a las dos arpías, no esperan más y vienen hacia nosotros, Daniel me coloca tras de él y se le tira a las dos mujeres, mi cuerpo cae al piso y Daniel gruñe al sentir mi dolor.

*Estoy bien concéntrate*

Trato de pararme pero mi cuerpo cae otra vez, miro mis heridas y no cierran.

—Te vinieron a salvar, pero mi hermana es más rápida y matara a tu amigo. —Dice una de las mujeres al frente de mí.

*Has lo que tengas que hacer*

Le digo a Daniel y miro a la mujer, me levanto como puedo.

—Te dolerá más cuando mueras perra. —Dice usando velocidad para irse contra mí.

Uso también velocidad saco mis uñas lo más que puedo y rasgo su estómago con toda la fuerza que me queda, caigo al poco tiempo al suelo y miro como la mujer me mira.

—Solo eso te queda, hay pobre niña, ahora es mi turno. —Dice sacando sus colmillos.

No digo ninguna palabra y miro atento sus reacciones, arruga un poco la cara y le sale un poco de sangre de su nariz. Miro como las venas negras comienzan a aparecer más en su piel blanca, no me hace esperar más y un grito sale de su boca y cae al piso agarrándose la cabeza.

Más gritos salen de su boca a tal punto de helarle la sangre a cualquier humano que está cerca de aquí, se retuerce intentando buscar un alivio, me mira como puede.

—Q-Qu-Que me, me hici-hiciste. —Dice trabándose del dolor.

—Es mi veneno. —Le digo bajo pero sé que me escucho.

Más gritos salen de su boca y van en aumento, hasta que comienza a suplicar.

—Po-Por fa-favor, de-deten-detenlo. —Dice como puede.

No digo nada y la miro retorciéndose, llega Daniel y se inclina a mi lado.

—Po-Por Favor. —Dice la mujer al ver a Daniel.

—No hay cura para el veneno de ella. —Le dice Daniel a la mujer.

—Ma-Máta-Mátame. —Dice la mujer escupiendo sangre.

Daniel me mira y asiento, se acerca a la mujer y la toma del cuerpo, le clava las uñas en el cuello y le arranca la cabeza. Los gritos paran y llega  el silencio.

—Sangre. —Dice mirándome.

—Ve por las cosas, están en el auto. —Le digo tratando de levantarme.

Asiente y va por las cosas del auto, mientras trato de apoyarme contra un árbol. Lo logro al poco tiempo llega Daniel, tomo mi bolso, pero él se lo pone y acomoda las maletas.

—No vas a replicar te voy a cargar. —Dice inclinándose hacia a mí.

Trato de no quejarme mucho cuando me toma entre sus brazos, se levanta y me acomoda en un brazo, con la mano sujeta fuerte mi cadera. Con la otra mano toma todas  las maletas y comienza a avanzar.

Apoyo mi cabeza en su hombro y cuello, contraigo las uñas y los colmillos también, los ojos cambian poco a poco su color.

—Me lo vas a explicar verdad. —Dice Daniel.

—Lo prometo. —Le digo con voz baja.

—Diana ya tiene el quirófano listo,aguanta. —Dice pegándome más a él.

—Aguantare vas a ver. —Le digo bajo.

—Él está bien, llego agitado y su corazón latía rápido, pero está bien. —Dice mirándome de reojo. —Sujétate fuerte. —Dice serio.

Me agarro de su camisa y cierro los ojos, siento el viento pegar en mi cara, y diferentes olores, siento el olor de Diana y abro los ojos. La cabaña no ha cambiado nada está igual que la última vez.

Un quejido sale mi boca, Daniel suelta las maletas y me tomo entre los dos brazos cierro los ojos conteniendo el dolor, sed quiero sangre, Daniel se apresura para llegar a la entrada, Diana le abre la puerta y Daniel pasa directo.

El olor de Alex llega a mi nariz, pero el dolor me distrae suelto un grito, Daniel me pone en algo.

—Diana ve por la maleta negra de Sangre tráela al quirófano te veo haya, sangre no va aguantar mas. —Dice fuerte.

*Daniel, Alex no sabe que soy un vampiro*

— ¡QUE! —Escucho su queja pero grito por otra punzada en mi estómago.

—Sangre va a estar bien señor. —Escucho a Alex.

Pero Daniel no le responde y empuja donde estoy acostada, una leve briza corre todo mi cuerpo. El corazón de Alex late fuerte, abro los ojos como puedo y lo miro al otro lado empujando donde estoy, estiro mi mano cómo puedo, el ve mi intención y la toma.

*Estaré bien, no te preocupes cualquier cosa, habla con Diana*

—Hasta aquí puedes pasar. —Dice Daniel suelto la mano de Alex.

Cierro los ojos y grito, saco las uñas del dolor.

—Vamos aguanta. —Escucho la voz de Daniel.

Llegamos a una habitación, deja de empujar me deja en un sitio especifico, lo miro como puedo y se viste de una bata verde y no espera más, me mira.

*Hazlo*

Rasga lo que queda de mi blusa y toma implementos de cirugía, hace un corte y mete algo y comienza a jalar, un grito de dolor sale de mi garganta, llega Diana y me sujeta de los brazos.

Daniel no para de jalar,comienzo a ver borroso, hasta que logra sacar lo que estaba dentro, lo miro como puedo un vidrio grande con una cantidad de tejido que lo cubre no aguanto más, cierro los ojos para no abrirlos más.

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