Sangre

Capitulo 2.

—Sangre, vino Máximo y pide hablar contigo. —Dice el jefe.

— ¿Dónde está? —Camino a la salida.

—En la oficina. —Dice serio.

Camino por los pasillos directo a la oficina. Puedo escuchar como habla con el director de la agencia, decido apresurar me y tocar la puerta.

—Pasa, sangre. —Dice el director

—Con permiso, Máximo ¿Qué haces aquí? —Le pregunta una vez que entro.

—Los dejo solos. —Sale el Director y miro a Máximo.

—Vine a ver como estabas, dicen que los rojos están aquí, también para decirte que es mejor irnos lejos de aquí. —Dice mirando por la ventana.

—Estoy bien y no me iré quiero cuidar a alguien y esta agencia me ha abierto las puertas, no me iré y los rojos no me molestan. —Le digo seria.

—Ellos te vigilan de cerca, Is.. —Dice mirándome con sus ojos rojos.

—No me llames por ese nombre aquí y tú no me debes llamar por ese nombre, claro que lo sé pero he frenado la venganza y tú tienes mi custodia, se pueden ir a la mierda que agradezcan que no he mate a uno de ellos en el pasado. —Salgo por la puerta enojada

No dice nada, estoy cansada sé que están enzima mío, pero esto es lo que gane al vengarme cierro los ojos al tener recuerdos de mi pasado.

"Eres la persona más repugnante del mundo. —Dice el hombre que tengo atado.

—Mira quien habla dime que se siente matar a familias inocentes que no han hecho daño. —Meto mi Mano en su herida abierta, unos cuantos gritos llegan a mis oídos.

—Los vampiros como tu deben morir. —Agarro un cuchillo con algo de veneno y lo clavo en su garganta, lo bajo rápido hasta la parte baja del abdomen."

— ¿Estas bien? —Dice una voz detrás de mí.

—Si solo fue un mareo. —Le digo a la voz de atrás.

Sigo mi Camino, sin ver a la persona que estaba atrás, subo las escaleras directo a la habitación, necesito relajarme un poco, imágenes de mi pasado llegan a mi mente, cierro los ojos y caigo al suelo intento respirar pero yo nunca respiro.

—Sangre, estas muy pálida ven. —La voz de Máximo llega a mis oídos.

Dejo que me cargue, me agarro de su chaqueta, siento como el cambio llega.

—Estas aplicando bien la inyección. —Me acuesta en mi cama y me mira.

—S-si solo que no me da hambre. —Le respondo, le señalo una de las gavetas.

—Sabes que lo necesitas es esencial, al ser un vampiro completo y convivir con humanos para aparentar necesitas la inyección y alimentarte bien. —Dice serio agarra la inyección y la inyecta en mi cuello.

—Lo sé, no sé cómo se me paso lo de la inyección y comeré no te preocupes. —Me siento en la cama.

—Eso espero sangre, no juegues con tu vida. —Lo miro y asiento.

No hablamos más, sale a los pocos minutos sin decir nada, me a recuesto en la cama y miro la jeringa vacía en la cama.

Pasa la hora en un abrir de ojos, agarro la jeringa y la meto en el cajón. Salgo de la habitación, bajo las escaleras rápidamente sin usar la velocidad.

Llego a los pocos minutos y entro sin tocar varias compañeras están en el lugar, me pongo en alineamiento, mis compañeras siguen hablando sin dar importancia a mi presencia intento no usar el don de leer pensamientos.

—Muy bien señoritas alinéense, el señor y su hijo están aquí, pónganse a entrenar. —Miro que mis compañeras se asombran.

—Señor disculpe que me meta pero no se supone que él nos tiene que ver para escoger. —Dice una de las chicas de atrás.

—Vera sus habilidades no su cara y su cuerpo así lo pidió su padre y a si será andando a entrenar. —Dice serio.

Todas nos ponemos a correr, esto será divertido.

UNOS AÑOS ATRÁS:

NARRA ALEX:

(Pasado 2007)

— ¡ALEX! —Escucho el grito de mi madre.

—Ya voy mamá. —Bajo del árbol con cuidado de no resbalarme

Debe estar enojada por que no almorcé y como lo hago si mi padre contrata gente que no sabe cocinar.

—Alex no me gusta que estés tarde a fuera a estas horas, mire el reloj y me sorprendo son las once y veintitrés de la noche.

—Disculpa madre no sé por qué entre a estas horas. —Le digo mirando el suelo.

—Alex ten cuidado no me gusta además debes respetar las ordenes de los mayores. —Dice seria

—Ya, déjalo él estaba jugando. —Dice mi padre bajando las escaleras de la casa.

—Es que le puede pasar algo. —Dice mamá.

—Alex no te preocupes tu madre le tema a algo que no existe. —Dice papá.

— ¿Qué le teme mi madre papá?—Le pregunto.

—A los vampiros. —Dice conteniendo una risa.

—Tranquila mamá yo te cuidare. —Le digo corriendo hacia ella para darle un abrazo.

—Gracias Alex. —Dice mamá abrazándome.

—Yo te cuidare es una promesa. —Me acurruco en su cuello.

Hay Alex si supieras que el mundo es más grande de lo que piensas tanto que te asustaría.

(6 años después 2013)

Llego a casa y subo las escaleras rápido, me cambia de ropa por un traje de baño, bajo corriendo. Al poco tiempo llego al patio trasero de la casa y corro directo a la piscina.

Siento como mi cuerpo se adapta a la temperatura del agua.

—Alex ¿Cómo te fue en el instituto? —Pregunta mi madre.

—Bien lo mismo de siempre ya sabes. —Le digo sumergiéndome.

—Alex te acuerdas cuando le tenías miedo al agua. —Dice con una sonrisa.

—Si fue hace mucho, le tenía miedo porque papá dijo que habían vampiros por este bosque, cosa que no es a si, ellos no existen. —Le digo mirando el bosque.

— ¿Cómo sabes que no existen? —Dice mamá.

—Madre no hay registro de eso o pruebas. —Digo.

—Cuidado Alex, te puede escuchar uno y te viene a ver. —Dice alejándose seria.

No hago caso a sus palabras, cinco horas después estaba en mi cama viendo la televisión. Un sonido en la ventana me hace volver a ver pero no veo nada, vuelvo mi atención al tv pero ese sonido aparece.

Me levanto rápido y abro la ventana y no veo nada, decido bajar por un jugo de mango a la cocina, bajo las escaleras y llego rápido busco un vaso lo tomo. Pero me quedo quieto al ver por el vidrio de la cocina a unas personas lejos de la piscina, están por el bosque, son bastante pálidos, iba a llamar a seguridad. Pero uno de esos tipos agarra algo del piso y lo lanza con rapidez.

Me quedo estático al ver como unos colmillos crecen y muerde a su presa, corro directo a la habitación de mi madre. 

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Espero que les guste. Gracias por leer.