Capitulo 33.

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—Este maldito. —Digo en voz alta.

—Te traje una toalla y para ver si vas a subir a comer más tarde. —Dice tendiéndome la toalla.

—Gracias, no voy a subir, no te preocupes cuando termine aquí subo a ver que como. —Le digo tomando la toalla.

Sale por la puerta y miro el saco de boxeo, doy mi segundo golpe con fuerza el saco se mueve un poco, me concentro más y comienzo a dar varios golpes con fuerza, escucho varios crujidos.

Sigo golpeando, no sé por cuanto tiempo pero no puedo parar, trato de recordar si yo conocí a la madre de Alex, tal vez eso es lo que Daniel no me dice.

De repente un olor fuerte a sangre y unas manos me sujetan de la cintura alejándome del saco de boxeo.

—Te dije que no rompieras nada sangre. —Dice Daniel con voz seria.

Me quedo callada y miro el saco, varios trozos de metal están en el suelo, con marcas de sangre.

—Estoy bien solo me desconcentre. —Le digo zafándome de su agarre.

—Solo eso . —Dice enojado.

—No, sabes que no es solo eso. —Le digo saliendo por la puerta.

Llego a la cocina y miro a Diana.

—Sangre. —Dice preocupada.

—No quiero saber nada, esta abajo. —Digo seria.

Comienzo a desenredar las vendas de las manos, siento la presencia de Daniel y Diana acercándose a la cocina. Boto las vendas y me lavo las manos, salgo de la cocina, voy a mi habitación, me cambio y trato de dormir un rato para a ver si puedo recordar algo.

(Dos horas después)

Un grito me hace abrir los ojos, pero dejo de escuchar el grito, me levanto y busco a Alex.

Llego a la cocina y miro a Diana.

— ¿Donde esta Alex? —Le digo seria.

—Salió con Daniel a buscar madera para la chimenea. —Dice mirándome.

Me siento al frente de ella y me mira.

—Estoy bien. —Digo seria.

—Lo sé, ya sabes cómo es Daniel. —Dice tendiéndome su tasa.

La tomo y escuchamos la puerta abrirse, las dos guardamos silencio.

—Diana prepara chocolate para tomar a fuera está congelando. —Dice Daniel entrando en la cocina con Alex atrás de él.

—Claro. —Dice Diana levantándose.

Aparto la tasa que diana me dio y me levanto.

— ¿Dónde está la madera? —Le pregunto a Daniel.

—En la sala. —Asiento y paso a la sala.

Comienzo a colocar la madera en la chimenea para poder encenderla.

—Sangre. —Dice Alex.

—Sí señor. —Le digo seria.

—Discúlpame por lo de ahora. —Dice mirándome.

—Lo entiendo señor, no se preocupe. —Le digo mirándolo.

Miro como Daniel entra a la sala y me mira, su piel esta pálida, y sus ojos rojos. Mi reacción fue muy rápida, empujo a Alex con fuerza, Diana reacciona rápido y ataja a Alex al otro lado de la habitación.

Daniel toma a la persona y la tira lejos y va tras de él, me giro y tomo el brazo de la otra persona y la tuerzo con fuerza, el crujido del hueso se escucha con fuerza y la lanzo lejos.

SangreWhere stories live. Discover now