Capitulo 15.

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Salgo del baño y me pongo la pijama que había agarrado antes, me tiro a la cama y espero que las horas pasen, mientras tanto pienso en la visión que tuve donde Alex me pedía ayuda.

Espero que no vaya a pasar nada malo en foco la vista en la ventana de mi habitación y miro el bosque, el instinto que tengo quiere salir a la luz necesita correr por ahí y relajarse.

Llevo tanto tiempo sin poder hacer eso, pero es mejor evitarlo no quiero matar a algún humano que pueda pasar por ahí. Me levanto de la cama y comienzo a leer un libro de los que traje.

(5 horas después)

—Sangre. — Alex aparece en mi habitación

—Dígame señor en que puedo ayudarle.

—Me llego esto. —Me tiende una carta.

La tomo pero un dolor se instala en mi cabeza, ignoro el dolor y abro la carta, comienzo a leerla.

—Señor planea ir. —Le digo tendiéndole la invitación.

—No sé, si vamos hoy mañana tendría que ser la de nosotros sangre. —Dice sentándose en mi cama.

—Señor que así sea, ellos lo están presionando aunque sea unas simples fiestas de negocios algo está mal, tal vez encontremos algo. —Le digo apoyándome en el escritorio.

—Ya llame y la fiesta será mañana pero debemos ir a esta por respeto. —Dice negando con la cabeza un poco.

—Sí señor. —Digo leyendo las últimas palabras de la invitación.

—Sangre no tienes vestido, te debo conseguir dos y mis trajes. —Dice levantándose.

—Señor tranquilo un buen amigo mío viene para acá; con unos vestidos y unos trajes que combinan con cada vestido. —Le digo poniendo una mano en su hombro.

—Gracias , por un momento me estrese. —Dice volviendo a sentar.

—No se preocupe señor es bastante fácil hablar con él para que me ayude en este tipos de cosas. —Le digo.

Los dos nos quedamos callados hasta que se escucha que tocan el timbre.

—¿Quién puede ser? —Dice Alex levantándose.

—No se preocupe señor yo abro. —Me adelanto bajo las escaleras.

Por el olor ya sé que es el pero hay un leve rastro de sangre. Me detengo de golpe.

*No abras*

Me doy la vuelta y me acerco a Alex.

—Señor vamos a mi habitación por favor. —Le digo susurrando.

—¿Sangre que pasa? —Dice mirándome.

—Señor no pregunte solo subamos por favor. —Me mira con duda pero comienza a subir yo lo sigo.

*van tras de él sangre, al final no cumplí con protegerte pero por favor cuídalo*

*Max*

Me apoyo en la puerta y me dejo caer, sé que esa sangre esta envenenada solo una idea está en mi cabeza; Max va a morir por un bastardo que le quiere ser daño a Alex pero como supo de Max.

¿Quién está detrás de todo esto? ¿Por qué Max esta envenenado? Más preguntas y nada de respuestas esto se va a complicar mucho.

—¿Sangre eres un hombre lobo? — Dice Alex.

Levanto mi cabeza y miro a Alex.

—Señor usted está seguro que soy un ser sobre natural. —Le digo seria.

—Te alejaste de la puerta, tú y yo escuchamos el timbre así que debes ser sobrenatural porque un humano no puede tener un oído tan agudo. —Dice mirándome serio.

—No señor no soy un hombre lobo. —Le digo negando con la cabeza.

—¿Eres un ser sobrenatural?  —Dice alejándose un poco.

—Sí señor puedo reconocerme como uno. —Le digo levantándome de donde estoy.

 —¿Qué eres Sangre? —Dice mirándome esperando que le siga respondiendo.

 —¿Ya se cansó de averiguar que soy? —Le pregunto.

—No me respondas con una pregunta sangre. —Dice sentándose.

—Señor usted fue el que dijo que iba averiguar que soy, no se preocupe algún día lo va a averiguar pero le puedo decir que soy más humana que sobre natural. —Le digo sentándome al frente de él.

—Entonces estoy en lo correcto. —Dice mirándome.

—Sí señor soy especial. —Le digo mirándolo también.

No dice nada pero su mente está bastante enredada y como no estarlo le he confirmado su leve sospecha. Me levanto y salgo de la habitación bajo las escaleras y abro la puerta, hay varias bolsas toma las mías con las dos manos.

—Veo que tu amigo te conoce bien tienes como seis bolsas ahí sangre. —Dice Alex

No digo nada él toma las suyas y cierra la puerta.

—Alas 5 debemos irnos sangre pedí el desayuno el tuyo está en el horno y también el almuerzo. —Dice Alex.

Asiento con la cabeza y subo a mi habitación deja las bolsas, miro el reloj que está detrás de mí y son las nueve y dieciséis a.m. Decido seguir leyendo el libro más tarde comeré el almuerzo.

Saco el cuaderno donde estoy poniendo varios apuntes sobre la lengua Eusker, todo es muy interesante tiene mucha relación con la lengua antigua de vampiros.

*¿Qué puede ser? No es un hada ni tampoco bruja menos un hombre lobo*

Niego al escuchar el pensamiento de Alex.

*Come comida humana y también le da sabor a las comidas así que está descartado que sea una sirena*

Alex toca la puerta.

—Pase. —Digo

—¿Eres una sirena? —Dice serio.

Trato de no reír el mismo lo descarto en sus pensamientos e igual lo pregunta.

—No señor aun que me gustaría. —Le digo mirándolo.

—Tengo curiosidad de saber que eres pero al mismo tiempo siento que no debería saberlo ¿Por qué? —Dice.

—Señor algunas veces tenemos curiosidad por saber muchas cosas pero nuestra mente sabe que lo que puede descubrir puede hacernos daño incluso sorprendernos, así es el ser humano.—Le digo cerrando el libro.

Él no dice nada solo se mete en sus pensamientos, algún día va a descubrir que soy lo que más odia en este mundo y que no soy tan humano como le dije.

Escucho como la puerta se cierra y miro que ya no está en mi habitación, sigo leyendo el libro.

(6 horas después)

Un leve toque en la puerta me regresa a la realidad, me levanto y abro la puerta.

—Tenemos problemas. —Dice Alex con un traje negro

—¿Qué paso señor? —Le digo

—Tenemos que irnos antes porque nos vinieron a recoger.— Dice algo tenso.

—Pero nadie sabe que estamos aquí señor.— Le digo poniéndome seria.

—Lo sé yo también me sorprendí pero es mejor que te arregles tengo un plan. —Dice caminando por el pasillo.

Cierro la puerta y agarro cualquier bolsa y saco un vestido color gris lo saco y en el fondo, viene una caja de zapatos y unos accesorios más, me meto al baño rápido.

No mojo mi cabello y salgo más rápido me pongo ropa interior,me pongo el vestido, me suelto el cabello y se acomoda perfectamente. Me pongo los aretes y me maquillo un poco.

—Sangre te falta mucho. —Dice Alex por el otro lado la puerta.

—No señor ya salgo.—Le digo.

SangreWhere stories live. Discover now