Capítulo 38: Escape.

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—No te dejaré ir. El juego apenas comienza querida hermanita.

Me miró con esos ojos irónicos llenos de odio. Su mirada no había cambiado en lo absoluto. Era él mismo de hace años atrás, él mismo que atentó con mi vida la primera vez. Quizá ahora llevaría a cabo lo que no logró hacer en el pasado.

—¿Planeas matarme? —Le pregunté intrigada aunque ya tenía concreta la respuesta.

—No, aún no, además aquí el chico presente —Señaló a Nathaniel con el dedo índice—, me prohibió matarte, dijo que si podía hacerte daño pero que no me pase. Creo que realmente está enamorado de ti. No sé que te ven, estás muy robusta para mi gusto.

—Tus comentarios no me afectan en lo absoluto Demien. Me da igual si te burlas de mi aspecto, si me humillas... no lograrás herirme.

—¡Es una pena! Me encanta tanto dañar psicológicamente a una persona... Es más agradable que golpearla.

—Eres un enfermo mental. No puedo creer que seas mi hermano.

—Los golpes de la vida siempre me han marcado, querida.

—No lo entiendo, mis padres nunca te trataron mal, siempre nos dieron el mismo cariño a ambos. No entiendo porqué tu odio.

—¡Tú no sabes nada estúpida!

Se acercó hasta mi y me dio una fuerte bofetada haciendo que cayera de bruces sobre el frío piso de madera. Emitió un crujir y sentí como la tierra se encajaba en mis rodillas. No podía levantarme debido a que llevaba las manos atadas. Demien se inclinó de rodillas sin tocar el suelo y sostuvó mi cabeza jalando mi cabello haciendo que lo mirase a los ojos.

—No sabes mi historia, mi dolorosa historia Denisse Becher. Solamente hay una razón por la cual te ganaste mi odio incondicional. La historia es larga pero vale la pena que la sepas antes de que vuelvas a perder la memoria, hermanita.

• • •

Zack llegó hasta la central de policías tenía la angustia atorada en la garganta, sentía la musculatura de su cara tensa y sentía que irradiaba cierto miedo por los ojos. Rápidamente un policía que estaba ensimismado en su móvil al mirarlo se preocupó y se dirigió hasta él haciéndole una seña con la mano para captar su atención la cual estaba pérdida intentando formular las palabras sin tartamudear.

—¿Le pasa algo joven? —Preguntó el policía con tranquilidad.

Zack lo miró con cierto temor y dijo musitando:

—N-Necesito ayuda, se han llevado secuestrada a mi novia, una persona no quiso ser cómplice y me entrego la dirección donde se la han llevado. Tenemos que ir y ser discretos, podrían hacerle algo...

El policía de antes le creyó al ver la preocupación del joven. Llamó a varios policías y les explicó la situación detalladamente. Todos asentían con la cabeza al escuchar una orden.
Nuevamente el policía se acercó con Zack y le dijo que se fuera con él en su automóvil. Pronto iban a rescatar a Krysten, sana y salva.

• • •

—¿Historia? ¿De qué me estás hablando? —Le pregunté a Demien con confusión.

—Una historia que nunca te contaron ya que a los señores Becher nunca les importó y decidieron callar.

—Ya habla maldito esquizofrénico estúpido —Estaba alterada y comenzaba a decir lo que se me venía a la mente. Al recapacitar en mis palabras me maldije, estaba segura de que lo había enfurecido.

Demien esbozó una sonrisa claramente falsa y se acercó hasta mi proyectado su mano en mi mejilla con fuerza. Mi cara no resistió el golpe que hizo que de mi nariz brotara la sangre. Nathaniel preocupado se acercó hasta mi y me limpió la sangre que escurría por mis labios con el extremo de su camiseta. Demien no soportaba que me estuviera curando por lo que lo apartó bruscamente de mi lado. Haciendo que la sangre volviera a salir por mi nariz.

Filo Rosso Where stories live. Discover now