Capítulo 21: Destino.

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Al haber pasado ya un largo rato estábamos en Milán viajando en un coche que Zack había rentado. Me tocó conducir y guiarlo por la ciudad donde había crecido.
Me dijo que debía dirigirme a casa de mis padres al parecer tenía un cierto interés con conocerlos. Desconocía sus intenciones sin embargo no le daba mucha importancia ya que lo único que deseaba en ese momento era estar bajo el techo de mi hogar con mis padres a un lado contándome sus anécdotas. Con tan solo imaginarlo sentía un éxtasis en todo el cuerpo.
Estacioné el coche fuera de casa. Era una casa sencilla, aunque realmente acogedora. Habían cambiado muchas cosas en dos años. El tapizado de las paredes ya no era plateado, si no color crema. La puerta aún seguía con su fijo color blanco. La estructura seguía aparentemente igual.
Zack empezó a caminar a mi lado, yo estaba más que nerviosa y mi corazón parecía que iba a salir de mi pecho. Solté un gran suspiro y me aventuré a llamar al timbre. Esperamos unos segundos cuando vi la silueta de una mujer asomar la cabeza. Era mi madre. Abrió los ojos como platos y salió con una mano en su boca y una expresión de asombro dibujada en su cara.

—Il miele! guarda chi è qui —Decía mi madre llamando a mi padre con ansias.

Zack sonrió al ver a mi madre emocionada. Por mi parte corrí hacia los brazos de mamá, en los cuales nos fundimos en un abrazo largo. Papá salió a regañadientes con una cara de disgusto que se vio esfumada al verme. Sus ojos se llenaron de lágrimas y se unió a nuestro abrazo. Zack estaba mirando, y me sentí mal por ello ya que el no había tenido papás. Le extendí la mano e hice que se uniera a nuestro abrazo. Estaba muy ruborizado pero se veía que lo disfrutaba.

—¿Usted es el novio de Krysten? —Preguntó mi madre en español a Zack.

Ambos negamos rápidamente con la cabeza. Me separé rápidamente del abrazo cuando me di cuenta que la mano de Zack estaba en mi cintura.

—Es mi jefe mamá, estoy aquí gracias a él —Le dije a mamá mientras nos dirigíamos a el fondo de la casa.

Todos nos sentamos en la sala de estar. Mi madre hablaba a la perfección español, mi padre entendía un poco de el idioma pero no lo hablaba.

—Entonces, ¿Trabaja en la editorial contigo Krysten? —Seguía con la preguntas.

—N-No mamá, me despidieron hace poco, él es Zack Andersson actor y modelo reconocido en todo Washington.

—Claro que si, lo recuerdo en una película de ficción que vi con tu padre el otro día en el cine, usted es realmente muy buen actor —Dijo mi madre amablemente.

Zack mostró una sonrisa vanidosa a mi madre, a ella se le acaloraron las mejillas. No era la única chica que pasaba por ese efecto.

—¿Ustedes son de sangre italiana? —Preguntó Zack a ambos.

Mis padres asintieron.

—Nacimos aquí, nos conocimos aquí y posiblemente moriremos aquí —Decía mi madre firmemente.

—Signor Zack, sei americano o hai un'altra nazionalità? —Le preguntó mi padre a Zack sobre su nacionalidad. Quizá se sorprenda.

—Sono nato qui in Italia, mi sono trasferito a Seattle quando è iniziata la mia carriera. Originariamente sono italiano —Murmuró Zack.

Le dijo a mi padre que originalmente es Italiano pero se mudó a Seattle al inicio de su carrera.
Mi padre tomó una expresión de asombro y lo felicitó.
Por mi parte cambié de tema entregándoles los regalos que había traído para ellos. Estaban muy contentos y volvieron a darme un abrazo.

—Aprovechando que están aquí Krysten, lleva al muchacho para que conozca un poco el lugar. Hay muchos sitios turísticos que les pueden interesar. —Dijo mi madre guiñándome un ojo.

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