Capítulo 95

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Omnisciente:

De maravilla, el grupo había actuado muy responsablemente y cada uno había llevado lo que le correspondía. Se suponía que solamente tendrían clases las tres primeras horas, pero no fue así, todos los maestros fueron conscientes y les dieron sus horas, que el grupo de chicos había utilizado para practicar varias veces más.

-¡ya lo tenemos!- todos corrieron hacia la pelirroja y se lanzaron sobre ella, creando una bolita.

Si bien antes no tenía tantos amigos, se sentía orgullosa de haber podido formar un grupito maravilloso (principalmente con Finn y Millie).

-eres la mejor líder, Sink - Jaeden le dio un beso en la mejilla.

-gracias, Jae.

A Finn le molestó que la pelirroja se haya sonrojado por un simple beso en la mejilla.

Después de tomar un descanso rápido se dirigieron al curso asignado para poder arreglar todo. Era un curso pequeño, y casi se matan la cabeza pensando en como harian para tener el espacio suficiente que necesitaban.

-un escritorio encima de otro- Sadie tenía las manos en su barbilla.

Acomodaron algunos, y vieron que si daba resultado, así que lo terminaron haciendo con todos.

Prepararon los carteles, la decoración. Finn había dejado el cartel que Millie había llevado encima de uno de los muebles.

-¿y esto? ¿Dónde va?- Noah tenía el cartel es sus manos y estaba a punto de abrirlo.

-eso no es parte de la decoración, Noah- Finn se avalanzó sobre él para quitárselo.

Millie se seguía partiendo la cabeza pensando en la persona a la que iba esa declaración.

Tuvieron el tiempo suficiente para decorar bien, poner caramelos en las sillas y practicar una sola vez.

Los niños entraron en un solo grito, Sadie frunció el ceño y respiró profundo.

Después de verlos, todos pusieron sus pequeñas nalgas en las sillas y se quedaron en silencio.

-comienza- Laura le dio un pequeño empujoncito a Sadie para que avanzará.

Un respiro... Ver a los niños impacientes la hacía sentirse acosada. Dos respiros... Las voces de nuevo... Ter...

-¡silencio, muchachos!- silencio sepulcral-. Buenos días.

-buenos días- respondieron todos en coro.

-bueno, me presento, mi nombre es Sadie Sink, ellos son mis compañeros, Finn Wolfhard, Millie Bobby... Jaeden, Noah, Laura y Sophia. El día de hoy los vamos a acompañar y juntos vamos a tener una jornada divertida y vamos a aprender muchísimas cosas. Primero que todo vamos a comenzar con una pequeña dramatizacion sobre el cuidado del medio ambiente.

-¿me puedo comer el dulce?- era la pregunta que todos los chaneques se morían por hacer.

-si, por supuesto, pero quiero que presten demasiada atención, porque al final vamos a hacer unas preguntas y el que responda correctamente va a ganar más dulces.

Estaban tan bien preparados que los gestos y los diálogos salían de manera natural, como si no hubiera nadie, solo ellos.

La obra fue un éxito, había hecho reír a los niños y los había mantenido enganchados.

Lo gracioso era que cada quien recordaba cosas diferentes.

Sophia pensaba que los niños estaban tan enganchados como ella lo había estado con un libro que había leído hace poco.

Jaeden pensaba en un videojuego.

Millie en una serie y en sus conversaciones con Noah.

Laura pensaba en Sophia. Y sonreía al hacerlo.

Sadie y Finn pensaban en lo nerviosos que estaban, cada uno por motivos diferentes. Finn miraba a Sadie, sentía que le faltaba la respiración.

Sadie se lanzó sobre Finn, sin pensarlo y se dieron un gran abrazo.

-todo salió bien.

Un uuu se escucho por parte de los chiquitos. Demasiado pequeños para saber la tensión que creaban.

- son novios...

Se separaron al escuchar esa vocecita.

-¡son novios!- ahora hasta las personas de su grupo se burlaban de ellos.

Por el momento no, tal vez después.

Amigos. (Fadie) #1 ✔ Where stories live. Discover now