Capítulo 89

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Millie:

La maestra nos había dado un espacio de su clase para que podamos planear bien lo que vamos a hacer. Todos en el grupo habíamos llegado a la conclusión de que era mil veces mejor hacer una dramatizacion. Sophia se encargaría de hacer el guión, Finn y Sadie de la decoración, Noah y yo del vestuario y Laura... Supongo que va a ayudar a Sophia.

Sadie es nuestra líder, todos consideramos que era la que más capacidad tenía para liderar, tiene características de... Líder.

-bien, Millie, primero que todo debe haber decoración, esa ya la haremos Finn y yo en papel azúcar.

Yo era algo así como la secretaria, y Finn era la secretaria de la secretaría.

-bien, hasta ahora tenemos que comprar papel azúcar, pinturas, papel seda de colores fosforescentes, los dulces, ¿algo más?.

-creo que debemos alquilar un vestuario o algo así, para la madre naturaleza.

Asentí. Tenía todo apuntado en mi libreta de matemáticas, seguramente después no me acordaria en donde lo había apuntado y tendría que pedirle a Sadie que me volviera a dictar todo, pero prometo que estoy dando todo de mi.

Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue almorzar, Jugué con Ava un rato hasta que me entró una llamada de Finn.

-¿qué quieres?- Ava había comenzado a jugar a los saltos en la cama, no me gustaba, se podría caer.

A veces me le unía, pero solo cuando estaba de buen humor o cuando quería tener una gran fractura para poder saltarme clases.

-te necesito en mi casa en media hora.

-¿como para qué o qué?.

-por favor, no te puedo decir nada, pero sé que te va a encantar.

Mi hermana había comenzado a gritar, está bien que disfrute, pero no que me estalle la cabeza.

-Ava, deja de saltar.

-sólo un poco más.

-no, o por lo menos callate. ¿Acaso no tienes un botón de silencio? ¿Dónde está tu maldito botón de silencio?.

-no lo sé.

Comencé una discusión estúpida con mi hermana, así que olvide totalmente que Finn estaba al teléfono.

-¡silencio!- pegué un grito, Ava se quedó callada, pero sabía que no se iba a quedar de brazos cruzados. Vi su objetivo- lo siento- ahora lo tenía en sus manos- ¡no me tires el control remoto! Te amo.

No termine de decir la última palabra cuando sentí el aparato chocar en mi cara, mi hermosa cara. Grité por el dolor, pero después reí. Ava también comenzó a hacerlo.

-¡ahora callate que estoy en una llamada!- lo había recordado, no acababa de volver a ponerne el teléfono al oído cuando mi hermana volvió a gritar.

-¡¿por qué me callas?!.

-estoy en una llamada, Ava.

-¿por qué estás haciendo una llamada aquí? No quiero que hagas una llamada aquí.

-es mi habitación, no tengo donde más hacerlo.

Volví a dejar el teléfono en mis piernas.

-hazlo en la sala.

-no.

-¡vete!.

-¿me estás sacando de mi propia habitación? Eres una grosera.

-te golpeare en la cara.

¿Esas palabras salieron de boca de mi hermanita? ¡¿Estás putas cochinas palabras salieron de boca de mi hermanita?!. Abrí los ojos y mi boca a la vez. Volví a recordar que Finn estaba en el teléfono cuando escuche su fuerte risa.

-lo siento, Finn, tú sabes como es Ava, a veces se pone insoportable.

-Millie, escucha, no tengo tiempo para esto. Vete a la sala.

Comencé a reír como foca retrasada.

-¿escuchaste eso, Finn? La bebé acaba de decir que no tiene tiempo para esto.

-vete.

Rodé los ojos y cómo por cuarta vez intenté llevar el celular a mi oreja.

Ava comenzó a renegar con parloteos que no logró entender, le nerva que la gente la ignore.

La niña consentida comenzó a rebuscar cosas en mi bolso, después comenzó a tirarlas por todas partes.

-¡Ava Flo Elisa Brown!- se comenzó a reír.

Tenía mi calculadora en sus pequeñas y sucias manos. La tiro al piso.

-¡no, la tíraste! Le diré a mamá... ¡Mamá!.

-no, no, lo lamento.

-no importa.

Volví a mi misión súper imposible de intentar averiguar que es lo que está tramando la diabólica mente de Finn en estos momentos. Debe ser algo genial, o que me importe mucho, por eso me llamó.

-¡eres tan fastidiosa!- Ava volvió a dar un gran salto en la cama, causando un gran estruendo.

Esto ya había pasado unas cuantas veces, todas por culpa de mi hermana. Una tabla... O tal vez varias habían caído.

-le diré a mamá- amenazó el pequeño duende.

-¿qué le dirás a mamá?

-no sé, pero le diré a mamá.

Ava se bajo de la cama y comenzó a caminar hacia la puerta.

-le diré a mamá- salió amenazando.

-¿qué le dirás?.

-le diré... No sé, lo que sea.

La escuche a hablar con mamá, no estaba preocupada, si mamá tiene buena memoria recordaría que Ava siempre es la que tira las tablas.

Cerré la puerta de mi habitación, me me senté en la silla, después de la llamada acomodaria la tabla.

-lo siento, problemas de hermanas.

-¿por qué las mujeres son tan problemáticas? Sadie es igual con su hermana. Yo me llevo de maravilla con mi hermano.

-habla ahora o calla para siempre.

-ven a mi casa y te explico.

Amigos. (Fadie) #1 ✔ Where stories live. Discover now