Capítulo 50

1K 129 31
                                    

Sadie:

Cuando ya todos nos disponíamos a irnos a nuestras cómodas casas a Jaeden se le ocurrió una brillante idea.

-¿por qué no hacemos una pijamada?

Millie dio un brinco y de inmediato llamó a su madre, después todos lo hicieron y algunas aceptaron enseguida (la de Finn) a las demás tuvimos que rogarles. Ahora nos dirigíamos a un supermercado de 24 horas para comprar unas botanas.

-mamá me dejó hacer esto por que le encanta molestarme. Si no le hubiera dicho que Laura se quedaba conmigo, no hubiese aceptado tan pronto.

Sonreí. Sentí que algo interrumpió mi paso y de inmediato caí al suelo, sobre mi brazo. Sonó, fue como si me hubiese sacado un calambre.

-auch- Finn me ayudó a levantarme.

-es la mejor vista que he tenido en años- pronunció Jaeden cuando estuve a su altura. Fruncí el ceño.

-cuando caíste se te levantó un poquito el vestido...- explicó Millie. Después le dió un codazo a Jaeden, quien cambió de tema.

-creo que hay un supermercado cerca de aquí, si quieren voy a comprar las cosas y nos encontramos aquí- Finn asintió y Jaeden comenzó a caminar.

-¿Puedo ir contigo? - Laura habló algo fuerte. Jaeden se detuvo y se dio vuelta para asentir.

-yo también voy- Millie dio saltitos hasta llegar a Jaeden. Lo agarró de gancho y pude ver como le sacaba la lengua a Laura.

-es una celosa de primera- hablé. Finn tocó mi brazo y dolió un poco.

-creo que te fracturaste. Tu cuerpo cayó sobre el. Y no en la mejor posición.

-no es una fractura. Sólo se va a inflamar por el golpe.

Comenzó a hacer círculos en mi codo.

-es una fractura.

-si fuese una fractura no podría ni moverlo, y parecería una gelatina. Sólo es un golpe.

Asintió y una brisa golpeó mi cara. Tuve escalos fríos y me abrace a mi misma

-que frío hace- me quejé.

-lo sé.

Entrecerre mis ojos y Finn se encogió de hombros.

-no te voy a dar mi abrigo, yo también tengo un cuerpo... Y este cuerpo tiene frío.

-eres muy romántico, Wolfhard.

Me senté en una banca que estaba cerca. Finn se sentó a mi lado

-no puedo darte mi abrigo, porque yo también tengo frío, pero puedo abrígate con un abrazo.

Sus brazos me rodearon y me recosté en su hombro. Ojalá este momento nunca acabara.

-¿abrazo de oso?.

-eres un idiota.

Amigos. (Fadie) #1 ✔ Where stories live. Discover now