Amigos. (Fadie) #1 ✔

Capítulo 39

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Finn:

Durmiendo se fue, soñando con ser amiga de un oso, o la reina de un jardín. Durmiendo marchó a un parque mejor. Espera en el cielo que pronto iré yo.

Verlas así dolió... Sadie estaba destrozada, y yo igual. Perder a alguien después de que te encariñas... Mirar a la perrita en sus brazos me destrozaba aún más. Ella solo quería mi atención, y estaba tan enojado que la ignoré. Me siguió. Ni siquiera me di cuenta de eso. Dios, siento que acabo de perder a un hijo.

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-¿piensas devolverla?-preguntó Millie, una de mis amigas.

-por supuesto que sí, no pienso tenerla un día más.

-vamos Finn, cuidar de una mascota no es tan difícil.

-eso lo dices tú, que no tuviste que lidiar con este demonio toda la noche. Y eso lo dices tú, que no se te hizo pipí en la cama-soltó una pequeña risa y empezó a acariciar la Pancita de mi ¿hija?

Sadie la llama así, ¿por qué yo no? Se supone que es de los dos ¿no?

🐕🐕🐕

La señora nos dejó en la casa de Sadie. Cuando llegamos, estaban su mamá y su hermana.

-¿qué tienes, princesa?

Sadie corrió hacia su mamá y comenzó a llorar. Voltee a ver a Millie y después a su hermana, las dos tenían nos ojos acuosos. La pelirroja se separo de su madre y tendió a Boo.

-mi amor... - la mamá de Sadie volvió a abrazar a su hija.

Pensé que la hermana de Sadie no tenía sentimientos. Me equivoqué. También abrazó a su hermana.

-¿podemos enterrarla en el jardín?.

Su madre asintió y todos nos dirigimos al jardín. Pala, y una cajita.

Sadie se negaba a ponerla dentro.

-no quiero, Finn. No...

Sus labios ya habían tomado un color rojizo y sus mejillas igual.

-vamos, bonita, no hagas las cosas más duras.

Cerró los ojos y puso a Boo en la caja. La cerramos y con un marcador que no me había dado cuenta que tenía a un lado escribió: mi pequeño huracán.

Su madre se encargó de lo siguiente.

Subimos con Millie a la habitación de Sadie. La pelirroja se tiró a la cama y ahogó un grito con su almohada. Después se sentó como chinita en la cama y guió su mirada al escritorio.

Desde que te fuiste tú cama esta esperando a que vuelvas, por si te quieres tumbar. Tus juguetes también están aquí. Me recuerdan tu olor. Me recuerdan a ti. Mamá está bien.

Después guió la Mirada hacia un estante donde tenía sus cosas de aseo personal.

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-¿Bañar a ese demonio? Prefiero bañar a Finn.

-no nos dimos cuenta. A ver, Finn pasame el jabón. Le voy a ayudar a Millie.

Finn me pasó el jabón, pero no el jabón que yo quería. Y yo, ni cuenta.

-que rico huele ese jabón, creo que hasta huele mejor que el mío.

-si, huele muy rico este jab... ¡Finn! ¡Maldito estúpido!

-¿y ahora qué hice?.

-¡este es mi jabón. El Mío . M-í-o. No el de Boo!-Millie y Finn estallaron en risas.

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A mi también me trae recuerdos ese jabón.

Voy llenando mis vacíos, rellenandolos con lágrimas por ti. Una sonrisa suicida, se estrangula y quiero llorar.

Nunca pensé que ella... Ella que tantas veces me hizo reír fuera la causa de mis lágrimas. Solo quería un poco de atención.

Durmiendo se fue, soñando con ser amiga de un oso polar o la reina de un jardín. Durmiendo marchará a un parque mejor, espera en el cielo que pronto iré yo.

Durmiendo viajó, cargada de amor, corriendo entre nubes, ladrandole al sol. Y cuando el reloj me marque el final, yo iré a buscarte con un hueso y mamá.