❇I'm Wrong❇ ▶Jikook◀

❌7❌

La Señora Park había tenido razón, habían pasado solo unas semanas y Jungkook tenía ganas de renunciar, tenía ganas de tirar la toalla y largarse de esa casa para no volver nunca, debía admitir que estaba bastante cansado, cuando llegaba a su casa caía rendido en su cama y tenía que luchar para no quedarse dormido, porque antes debía ducharse y cenar.

La Señora Park era una mujer muy terca y cabezota, no escuchaba sus palabras y le complicaba su trabajo día a día, siempre quería las cosas hechas a su manera, no parecía que se tomara su salud con seriedad, dejaba que todo sucediera sin mayores miramientos, estaba seguro de que si no había alguien para darle sus medicinas, ella no las tomaría. Pero Jungkook no era de las personas que se rendían fácilmente, el nunca se rendía y esta no iba a ser la excepción, no importaba si debía esforzarse mas, el haría su trabajo lo mejor que podría, y si en el proceso podía ayudar a la Señora Park, se sentiría mas feliz.

Él idiota y antipático de su jefe, Park Jimin, tampoco era de mucha ayuda, quien no parecía aún confiar en el, y entonces Jungkook se preguntaba porque demonios había decidido contratarlo si supervisaría su trabajo constantemente como si fuera un inepto, creía ya haber demostrado que estaba lo suficientemente capacitado como para hacerse cargo de su madre y atenderla. Pero Jimin era igual de cabezota que su madre, nada mas llegar del trabajo lo primero que haría sería visitar el cuarto de su madre y verificar que se encontraba en perfecto estado, entonces echaría un vistazo a las medicinas que había tomado para asegurarse de que Jungkook no se había saltado ninguna de estas, y por último, haría un par de preguntas a Jungkook sobre como había estado su madre a lo largo del día.

A Jungkook solo le gustaría estampar aquella bonita maceta de flores que decoraba la terraza del cuarto de la Señora Park en la cabeza de Jimin, pero se contenía y con una sonrisa forzada se despedía de ambos para emprender camino a su casa, llegando fatigado.

Era por la tarde, se encontraba recogiendo algunas cajas de medicamentos que se habían acabado tras la última dosis que había tomado la Señora Park, eran solo dos pequeños paquetes, por lo que no le fue difícil agarrarlos y llevarlos a la habitación contigua a la de la Señora Park, colocándolas cuidadosamente en su lugar correspondiente. Aprovechando para preparar también la siguiente medicación que tomaría la mujer, había dejado un vaso de agua preparado anteriormente, llevando a cabo el proceso que Jimin le había indicado, colocando todo correctamente en la bandeja.

Ahora había cogido rutina y tenía el horario de cada medicamento memorizado y aprendido, no necesitaba ningún tipo de alarma o recordatorio, al igual que había estudiado y revisado los distintos medicamentos que había en la casa para posibles emergencias.

Salió de la habitación y tocó la puerta de la Señora Park, recibiendo un murmullo muy bajo por parte de la mujer, pero bastó para indicarle a Jungkook que podía entrar, abriendo la puerta con cuidado y entrando, siempre echando un vistazo primero a la mujer. Una sonrisa se plantó en su cara cuando vio a la mujer dejar el libro que semanas antes había asegurado no terminaría de leer, pero que al parecer, tras aquel pequeño consejo que Jungkook le había dicho, decidió terminarlo.

—¿Que le pareció?.—Jungkook cerró la puerta con cuidado—.No se lo esperaba para nada, ¿Verdad?.

—Esperaba algo mejor.—dijo con indiferencia, girando su rostro hacia la puerta de la terraza.

Jungkook contuvo una sonrisa, Jieun, así se llamaba la madre de Jimin, era una mujer que trataba de esconder sus sentimientos y no mostrarlos a los demás, pero a pesar de ello, Jungkook podía leerla en algunas ocasiones a través de sus expresiones.

—He leído muchos libros sobre crimen y misterio a lo largo de estos últimos años.—comentó, dejando la bandeja en la mesa frente a la mujer, tomando el vaso y entregándoselo junto a las dos pastillas de color verdoso—.Si desea leer mas puedo recomendarle alguno, he visto que tenéis una biblioteca en el piso de abajo y...