❇I'm Wrong❇ ▶Jikook◀

❌9❌

Jungkook abrió los ojos, removiéndose en la cama de suaves sábanas, estirándose ligeramente, el cuarto seguía a oscuras, por lo que con su mano alcanzó el móvil de la mesita y lo encendió para averiguar que hora era.

Las tres y media de la madrugada, volvió a dejar el móvil en la mesita, soltando un fuerte suspiro, era un hábito que había adquirido de forma involuntaria el levantarse a aquellas horas de la madrugada, esto debido a un trabajo con turno de noche. Siempre despertaría entre las tres y las cuatro de la madrugada, para orinar o beber agua, y entonces volvería a dormir como si nada.

En este caso lo que necesitaba era beber agua, estaba sediento como si hubiera pasado días sin tomar una gota de agua. Apartó las sábanas de su cuerpo, bajando de la enorme cama y colocándose las pantuflas que Seokjin le había prestado.

Al final no había tenido de otra mas que quedarse en la casa de los Park para pasar la noche, se había visto tan sorprendido por la repentina oferta de la Señora Park que no pudo negarse, simplemente no podía rechazarla, y terminó quedándose en una de las muchas habitaciones vacías de aquella enorme casa, que bien podía ser nombrada mansión.

Se había sorprendido mucho cuando Jimin abrió la puerta para mostrarle donde se quedaría a dormir, era un cuarto enorme, de paredes blancas, una enorme cama en el centro con sábanas grises, ventanas que casi llegaban al suelo, un armario imponente, y una bonita alfombra afelpada de color blanco que rodeaba el suelo al rededor de la cama, la habitación era preciosa, y también demasiado lujosa.

Agradecía a Seokjin por haberlo acompañado durante un tiempo antes de irse para hacerlo sentir menos incómodo, incluso le había prestado algo de ropa para dormir. Seokjin le había comentado que cuando se le hacía demasiado tarde a veces pasaba la noche ahí, y había terminado por llevar algo de ropa, además de que muchas veces se manchaba con la comida que preparaba y no le gustaba irse con la ropa sucia.

Por lo que le había entregado una camiseta de color rosa pálido de mangas largas y un pantalón corto blanco demasiado holgado. Los hombros de Seokjin eran malditamente grandes y anchos, el cuello de la camiseta casi caía por sus hombros, este había reído cuando lo vio y colocó una pinza en su espalda recogiendo la tela sobrante, pero supuso que se había caído mientras dormía ya que el cuello volvía a caer por sus hombros.

Suspirando con resignación caminó hacia la puerta, abriéndola con cuidado y saliendo sin hacer ningún ruido, arreglándose los pantaloncillos cortos en el proceso, las pantuflas eran tan suaves y ligeras que no producían ni el mas mínimo ruido, al pasar por la puerta de la Señora Park se detuvo un momento, acercándose y abriendo la puerta, asegurándose de que ella seguía durmiendo, una vez lo comprobó, volvió a cerrar la puerta y siguió su camino, bajando los escalones.

Encendió la luz de la cocina y sacó una jarra de agua de la nevera, sacando después un vaso para llenarlo del líquido, tomando asiento frente a la isla, bebiendo y mirando un punto fijo en la pared, perdiéndose en sus pensamientos por largos minutos.

Un falso carraspeo lo sobresaltó, haciendo que casi tirara el vaso, sin embargo logró sujetarlo con fuerza y que no derramara ni una sola gota.

Girándose con el ceño fruncido se encontró con Jimin, quien estaba parado en la puerta, vistiendo una camisa de manga corta y un chándal gris holgado, su cabello estaba ligeramente desordenado, apuntando en distintas direcciones.

—Me has dado un susto de muerto, casi lleno de cristal el suelo de tu cocina de pijos.—soltó con voz ahogada, una mano en su pecho.

Jimin soltó una muy pequeña carcajada—.Ni siquiera de noche eres agradable.

—Habló Don amigable.—Jungkook dijo con voz grave—.De todas formas, ¿Por que debería cambiar mi actitud por la noche?.

Jimin se encogió de hombros, agarrando un vaso—.La gente suele estar mas relajada de noche, con sueño, así que sus defensas están bajas y actúan con calma.—murmuró.