ocho grados

223 17 2
                                    

Mis manos están heladas y escribo más decepcionada que dolida.

Estoy voluntariamente triste
porque no concibo otra manera de estar sino abatida y asfixiada por este mundo insensible y absurdo.

Las calles parecen no desvanecerse.

Las paredes parecen no desvanecerse.

El mundo parece no desvanecerse nunca a mi paso por más que lo desee con todas mis fuerzas.

Estoy voluntariamente triste
porque no creo que haya ni un puto motivo para no estarlo cuando te encuentras rodeada de figuras salidas de un mismo molde.

En la calle se respira un otoño tardío y no  e n t i e n d o  como todavía nadie se ha intoxicado;

como nadie se ha tirado al suelo
del pelo
o al vacío.

Estoy voluntariamente triste y esto no es una justificación ni ningún tipo de excusa: la voluntad no es más que un falso intento de control sobre nuestros sentimientos.

Estoy voluntariamente triste y creo,
ciertamente,
que es la única manera de no acabar perdiendo la cabeza.

Autorretrato de un corazón desmantelado.Where stories live. Discover now