Eterno retorno

13 1 0
                                    

Hubiese tenido algo de dudas si hace un tiempo me hubiese hablado Nietzsche del eterno retorno: todos los acontecimientos del pasado van a repetirse, en el mismo orden y con las mismas consecuencias infinitamente. Sin embargo, hace unos días, cuando nuestro profesor de filosofía habló de ello, no me pude sentir más cómoda con esa idea.

Yo a ti ya te conocía de antes. Hemos estado toda la vida sentados en la parte de atrás de tu coche, hablando de la gente de nuestra clase, dándonos la mano. He estado durante toda la eternidad acariciándote las mejillas, besándote los párpados. Si todo esto se va a tener que repetir infinitamente cómo me alegro de que sea contigo.

Ya me habías arrastrado por el pasillo del Complutense antes (obligándome a entrar a Inglés, a filosofía, a lengua...), ya te había visto con mascarilla y gorra en el taco bell. Me tranquiliza saber que existen dos nosotros en un espacio tiempo diferente que están cíclicamente repitiendo nuestra primera cita (con nuestros primeros besos, nuestras primeras risas y nuestras primeras miradas de complicidad). Me vas a dar esa rosa infinitamente, me vas a abrazar de aquella manera infinitamente: te voy a mirar con amor durante toda la eternidad.

Voy a estar regresando siempre a ese momento: a la primera vez que hablamos, a nuestros primeros besos largos en el aula de lengua, a la parada de autobús en la que me dijiste que me querías. Voy a estar -en otra realidad, en otra dimensión- durmiendo a tu lado, viéndote cocinar, bailando contigo (siempre siempre siempre siempre) .

Autorretrato de un corazón desmantelado.Where stories live. Discover now