Autorretrato de un corazón desmantelado.

dalí

Creía que arreglarlo iba a ser la solución
Pero no me quito de encima (van pegadas a mí: me pesan, me pesan) las ganas de huir de la rutina

No puedo

Creía que redimirme iba a arrancar de mí este sentimiento. Expiar mis pecados. La crucifixión pública. El perdón.

Me siento mejor -es cierto- pero no me siento diferente. Me siento ligera -es cierto- pero no me siento libre de pena.

Podría coger un vuelo, dormir en la terminal, apagar el teléfono, llorar sola en un airbnb cochambroso: podría hacer CUALQUIER cosa por dejar de sentirme como me siento.

Ya no puedo echarte la culpa: me quieres, estás bien conmigo, me has perdonado, lo vamos a intentar... ¿por qué tengo la sensación de que soy un animal a punto de ser cazado?

Me siento un ciervo: dispárame.
Si me cambiase de vida me cambiaría de nombre, para dejar tras de mí una leve bruma de incógnitas y misterio. Si me cambiase de ciudad cambiaría de vida.

¿Quién quiero ser cuando no me conoce nadie? ¿Quién soy ahora que me conoces? ¿Por qué no me hace feliz que me sientas tuya? 

Ya no tengo a nadie a quien echarle la culpa.

Te veo y no me siento mejor. Te imagino y no me siento libre. Puedo sentir tus manos en mis caderas, tus labios sobre los míos. Puedo percibir tu calor y absolutamente nada de eso me hace sentir mejor. No puedo echarte la culpa.

Me gustaría sentir el ardor de tu carne. El éxtasis del amor, de lo nuevo, de lo libre. Las mariposas están en coma -dentro de unos órganos en descomposición es muy complicado proliferar-.

Pégame un tiro en la cara. No sé qué podrá salvarme ¿hay algo que pueda salvarme?

Soy Dalí con lo absurdo "Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar": que me coman, que me coman. Las fauces agudas y grises de los tigres suenan apetecibles. El desgarro de la carne, el descanso de lo inevitable.

No puedo echarte la culpa. No puedo echarle la culpa a absolutamente nada más: me he quedado sin balas. He disparado a lo loco (la luna, los astros, tú, mis hormonas, el tiempo...) ahora sólo me queda la resignación. El acierto/error.

Estoy perdida. No sé qué hacer. Quizá esto me salve.

Voy a salir del país. Voy a salir del país. Voy a huir del país.