dolor

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Una de las partes negativas del dolor es que es brutalmente honesto. Eso quiere decir que no acepta medias tintas, tibiezas o sonrisas de disimulo. No puedes evadirlo, dejar de pensar en él o intentar obviarlo.

El dolor llega como algo abrasador y desconcertante. Cuando quieres darte cuenta se ha asentado sobre todo tu cuerpo y recubre tus hombros, tu pelo, tu estómago y tus manos. El dolor ya está en los dedos de tus pies, en tu nuca y en tus sueños. Hay dolor por todas partes. Como un gran huracán que va dejando todo hecho un desastre. Hay dolor en todas partes.

Y puedes intentar asimilarlo o gestionarlo, pero no vas a poder evitar que se expanda hasta que sólo exista eso: una capa gruesa de dolor opaco.

Autorretrato de un corazón desmantelado.Where stories live. Discover now