Goretober (Countryhumans)

Día 22: Gutspill/Tripas de fuera.

El frío del metal me recibió al despertar un día más. Trato de aferrarme al cuerpo dormido que se encuentra a un lado mío, cuando me acurruco en su pecho siento su mano rodear mi cintura y pegarme a él, suspiro contra su caliente torso y sonrío un poco.

--Buenos días chamaco.

--Buenos días México.

Siento sus labios darme un beso en el cabello, y me entran ganas de llorar cuando recuerdo dónde estamos y porqué estamos aquí. Mi cuerpo empezó a temblar, mis lágrimas a caer y mi boca a sollozar. Rusia me abrazó con fuerza mientras susurraba en mi oído palabras para hacerme sentir mejor.

--¡Chicos! Buenos días, es hora de levantarse.

La voz de Colombia hizo que escalofríos recorrieran todo mi ser, el simplemente verlo me causaba terror.

Miré a donde estaba mi hermano, detrás de él venía la imponente ONU, con la mirada oscura que lo caracterizaba desde que decidió tomar el control de todas las naciones, auto nombrándose el rey y encerrándonos a todos, a todos menos a Colombia, quien reinaba a su lado. Juntos aniquilaron a la mayoría del G7, dejando sólo a Rusia vivo, gracias a que se los había rogado y también a que Rusky les prometió no conspirar en su contra.

Ahora estábamos aquí, encerrados por parejas en jaulas, daba las gracias a que me dejaron con mi novio, pero el miedo de ser nuevamente esclavos no se iba.

La pareja pasó por nuestra celda, Colombia me vió a los ojos, después vió a Rusia y me sonrió como antes de toda esta locura. Mi llanto se hizo más fuerte al verlo con esa sonrisa inocente que ahora era remplazada por una psicópata.

Caminó por las demás jaulas, y se detuvo enfrente de la de España, le hizo una señal a su novio y este abrió la puerta para sacar al europeo, sonteniéndolo con los brazos atrás y haciéndolo caminar.

Lo acostó sobre una camilla de metal, aprisionando sus brazos y piernas. Colombia se acercó con un cuchillo y besó a ONU quien le correspondió necesitado. Luego, sin ver y aún en medio del beso clavó el arma en el abdomen de España.

Abrió la panza del agitado castellano quien no paraba de gritar y llorar.

Ví shockeado que le sacaba los intestinos, rodeando su cuello con estos y riendo escandalosamente, no podía apartar la vista de tan fea escena, hasta que mis ojos fueron tapados por la enorme mano de Rusia.