CAPÍTULO 25 Parte I

1.3K 116 14
                                    

Nos pasamos renegando mucho las cosas que no tienen solución. 




-Señorita Vinográdov debo informarle que su abuelo a muerto hace un par de horas.- sin responder.

Vuelvo a mi mundo sin mutaciones de sonido, o algo. Mi mente esta vaga, por una o cualquier cosa.

-El señor Vólkov ha pedido que vayamos a la mansión de su abuelo, la están esperando.-

-¡Si!- es lo único que sale de mi reseca boca.

¿Cómo decirle que lo han matado? ¿Se irá en contra mía? ¿Es buen momento para decirle? ¿Y si me echa la culpa? ¡JODER! Debo estar soñando, pero no es así. ¡NO! Grito bajo mi mente, escucho el motor arrancar, giro a un largo viaje.

¿Cómo debo tomarme todo?

Solo puedo entregarle la carta, era su amigo.

En los mafiosos la lucha por la conquista estaba demás cuando estaban presentes otras cosas las cuales no eran necesarias a llegar. Vladímir había muerto, eso era tan inesperado para el poco tiempo que le conocí, dejando así una fortuna la cual pasa a mis manos, sin tener idea de todo lo que en su vida poseyó.

 Vladímir había muerto, eso era tan inesperado para el poco tiempo que le conocí, dejando así una fortuna la cual pasa a mis manos, sin tener idea de todo lo que en su vida poseyó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Agradeciendo bajo las mangas a Judas, que mi abuelo dejo a cargo para que cuidará de mi, lo cual es extraño el tener dos mastodontes. Que ahora sin reaccionar solo tengo a uno, con el dolor en mi pecho me duele más el saber de la muerte de Dante que de Vladímir, aunque suene muy egoísta.

Tengo frente a mi a Judas esperando órdenes, cuando estoy a punto de articular una palabra Sergey viene a mí, pidiéndole que nos deje solos. En mi puño traigo la carta, y quisiera echarme a llorar porque si yo no hubiese pedido aquel favor, él seguiría aquí, y el puto remordimiento me lo hace ver.

Sergey con un traje negro, hace que su cara vuelva a la vida, haciendo tu tez más blanca, sus ojos azules mantienen el brillo, algo que no quiero apagar, un brillo que espero no sea reprochado por mi culpa.

-Dante no coge el móvil, y ya me cansé de dejarle muchos mensajes.-

-Él no vendrá.- interrumpo.

Ríe.

-¿Por qué lo dices preciosa? Suenas muy segura.-

-Miguel el hijo de la gran puta hizo que uno rusos enemigos tuyos lo matarán.-

Su cara desencaja una mueca, con un reverendo odio. No sé si a mis palabras o a mí.

-¿Estas de broma?- le entrego la carta.

Comienza a leerla, las palabras siguen ahí por más que yo haya arrugado esa puta sentencia.

-¿Dime que algo le hiciste?- su voz suena tan tranquila.

Dirty Dancer 2: Sublime Reencuentro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora