El enemigo más temible del hombre, no es la muerte, sino el dolor.
Pasaría unos días en la mansión ya que sería el cumpleaños de Sergey, me siento un poco intranquila, la verdad el ambiente aquí se siente un tanto melancólico, pero por el momento se que no hay nada que temer, me siento contenta. Es la primera vez que Sergey celebra su día. Pero que bien que no sé quede con las ganas de hacerlo.
Mando a decir que mis clases para prepararme ante el consejo empezarías en dos días, lo cual me emociona, tengo mucha adrenalina en el cuerpo porque todo resulte de maravilla, tener una visión grande que puedo hacer cosas increíbles dentro de la mafia me llena de energía.
Es peligroso, si. Y sé que me arriesgo a muchas cosas, eso en cualquier momento, pero si es mi turno de poder cambiar algo es porque así deben de ser las cosas.
Me inquieta el saber de mi abuelo, si nada es mentira y que reciba al menos explicaciones. Tengo tanta curiosidad que ha sido de él tantos jodidos años de ausencia, ojala Masha se manifieste y le ponga un alto. Realmente no tengo de él como algo bueno, nunca le conocí ni sé cómo es. Ni un cariño que va a nacer cuando lo vea.
Mentalmente te desgastas porque llega un punto donde madura por las vivencias de tu día a día, y supongo que es parte de un plan en el cual debo de tomar lo bueno y malo, para dar gracias a lo que llega a mí, todo lo que se me va poniendo en el camino y lo que se va de el. Así como las personas que llegan, y permanecen lo cual es algo grato a la familia que pido.
Puedo dar gracias por lo poco que tuve con lo que fui feliz, pero si sabia que mi abuelo poseía mucho dinero de lo que imagino, nos habría dado algo digno de vivir. Pero ante la circunstancia no sé puede apelar por nada, nunca olvidare de donde vine, y en lo mejor que me quiero convertir.
-Dígame señora Vólkov ¿Qué se siente ser toda una señora de un mafioso?- bromear un poco con Olenka es algo que me disfraza de mis pensamientos.
-Hay cosas que Bishop no suele decirme por seguridad mía.- alza los hombros.
En cuestión de un mundo incorrupto es mejor mantener inocencia.
-En la mañana discutió con Sergey, acerca de algo que te va a sorprender, no quiero ser entrometida Tina, pero Sergey grito que tenía un tumor.- dejo caer el vaso que sostenía.
Eso puede ser imposible quizá un mal diagnóstico, sin darle importancia.
-No creo tal vez ese oído escucho mal, Sergey esta más sano de lo que parece y si es así tiene todo el dinero del mundo para operarse con cualquier jodido doctor que no le cuesta.- pienso en que puede ser mala broma.
Si a Sergey no lo mata ni una bala, hierba mala nunca muere y aquí ni el diablo se lo lleva por los pies. Es una posible confusión, no creo que ahora que todo marche bien se le ocurra morirse al idiota.
-¡Mujer! Necia que eres, yo estaba justo en medio de la discusión cuando Sergey literal grito a cuatro vientos su tumor, ¿Esperas que te mienta?- su seguridad me hace temer.
Es muy normal adelantarme a muchas cosas, puede que este jugando aunque es su salud, pero tengo miedo que pueda ser verdad.
Olenka lava sus manos, tranquilamente. A ella no hay nada que preocuparle por el momento, es inocente, de su pasado no sé nada es una cajita fuerte que se guarda muy bien las cosas para ella.
-¿Y qué harías tu, si Bishop tuviese un tumor?- sacude sus manos.
Toma trozo de papel, y mientras seca sus manos me mira, no puedo leer su mente para saber con exactitud lo que saldrá de su boca.
-Pediría irnos a lugares que él desee, claro si su tumor no tiene alguna cura o algo, haría el amor cada noche con él, y tener un bebé aunque dolería que no lo conociera y me abstendría a saber. Y tomar muchas fotos, grabar su voz para no olvidarlo..- lo último suena tan triste.
Para cada uno de nosotros creo que lo peor es olvidar su voz, que tan grave era, como sonaba al decirte un te quiero, o palabras lindas; que quede grabada la voz, la voz es una articulación única de palabras que piden ser recordadas.
-Si que eres algo romántica...- pero rápido quita esa idea absurda de Sergey.
Que decir que uno mismo atrae lo malo.
-Bueno tómalo como una advertencia, no me creas supongo que si comenzaran algo de nuevo deba existir la confianza.-
-¿De cuándo acá experta en el amor?- pregunto en tono burlón.
Nunca creí que ella me diese consejos de amor, pero cuando te enamoras ves el mundo de distan forma y Olenka esta en su totalidad de enamoramiento.
-¿Cómo va Anielka con Sergey?- sin motivo cambia el tema.
Pero me agrada que se interese por mi crio, es buena amiga. Olenka siempre ha sido un ser de cosas de luz y amor, si llegase a faltar seria a ella a quien yo le dejaría a mis dos pequeños por que se que es de fiar y los cuidaría con su vida.
-Anielka sabe que es su papá y tienen una conexión muy linda, de echo él y Anya le ayudan con los adornos.-
Ella levanta su mirada grande a mí. Arruga su frente como analizando el cambio que hay en mi, o desde su punto de vista no se si sepa leer mi mente y las acciones que he hecho, pero parece analizar y persuadirme.
-No dejes que tus manos se manchen de sangre y el día de mañana de arrepientas, tampoco que tu corazón acumule rencor Tina, no lo vale por nadie.- sin dejarme responder.
Al menos un gracias por su buen deseo, sale de la cocina y me deja dudativa: el porqué de su comentario. Pero ni idea de la providencia de sus palabras, aquí lo casual es que ya he manchado mis manos de sangre.
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