Después de una casi empalagosa declaración de amor al hombre más temido de Rusia, que te hace pensar dos veces si quieres hacerle algo. Pero en el fondo es bastante humano como cualquier simple mortal, pero al menos sé que me trae de rodillas.
Pronto me doy una escapadita para informarme acerca de como siguen las cosas y entregar de una vez la puta USB que me carcome, he intentado al menos comunicarme con Miguel por otro lado, parece que le ha tragado la tierra, y eso me preocupa, pero puedo andar libre por la calle mientras porque no hay prueba que me culpe, y que además hice lo correcto de asesinarlo, y lo volvería a hacer.
Creí que durante estos días Blake se comunicaría conmigo para una absurda amenaza pero gracias al cielo que no es así lo cual esa idea me agrada, puedo resplandecer un poco. Dante me ha traído, decidió no estar con Sergey ya que presiente ya como si todo esto fuese una despedida definitiva, pero venga que Dante ha estado con él por varios años.
-¿En qué piensas Tina?- me saca de mis pensamientos, mientras él va al volante.
-Siento que todo va muy a prisa de que llegue, además que necesito encargarme de Miguel antes de que alguien se comunique con él.-
-Yo puedo hacerte ese favor, sé de un amigo que puede ayudarme, me debe muchos favores así es que... Cuenta con eso güera.-
-Gracias, Dante. Espero sigas ahí cuando el jefe supremo falte.-
Dada terminada mi conversación salgo del auto para adentrarme a las oficinas del Consejo donde están al tanto de mi llegada, imprevista pero tienen el gusto y la cortesía de recibirme.
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-¿Esta todo correcto?- pregunto nerviosa cuando el hombre solo mira sin decir o inmutar alguna palabra.
-¡Perfecto! Mejor de lo que esperábamos, pero hay algo que nos preocupa, ¿Crees mantener un perfil bajo en lo que a Sergey se refiere? Debo comunicarte que hay que nos preocupa.- su aspecto preocupante, es una montaña de incertidumbre para mí.
-Si no lo habla, no sabremos.- me alzo de brazos.
Que sea lo que sea, es que entre menos se genere problemas mejor.
-Debido a los últimos acontecimientos con el señor Sergey en su estadía por Alemania, le ha mandado un comunicado que tiene una orden de captura por parte de un empresario mafioso.- dice uno de los hombres mayores.
Seguro que él más experiencia tiene.
-Mire señorita Chris, hasta ahorita ha hecho un gran trabajo, quien mejor usted como sucesora de los Vinográdov y socia de los Vólkov, le vemos con mucho futuro. Pero el peso de tener problemas con Alemania no nos conviene por el momento, por muchos años el Consejo se ha mantenido un perfil bajo con diferentes países, en lo que a la mafia concierne, entonces nos conviene apaciguar esto.-
-¿Pero qué puedo hacer yo? Cuando apenas empiezo a conocer este lado oscuro de Rusia.-
-Dentro de este papel, está la lista de los consumidores en el mercado negro. Ahí se encuentra el papá de la ex-prometida de Sergey, la señorita Jenell no tiene ni idea de lo que hace su padre. Si queremos atacar, usted deberá mandar ese documento, antes que ese menudo señor haga algo encontrar de Sergey. Y se preguntará ¿Por qué lo ayudamos? Por muchos años su lealtad ha valido más que otros gánsters que a nosotros han llegado y se lo debemos.-
El mercado negro es lo más peligroso a lo que te puedes meter sigue siendo algo muy ilegal y si lo piensas horroso, solo un enfermo entraría o compraría cierto tipo de cosas lo cual me asusta.
-Sergey tiene una deuda muy grande con ese señor, que por confidencialidad de él. No podemos revelar, pero tu eres la esperanza para él como nosotros señorita. Mandando ese documento a la dirección que ya viene ahí, jamás volverá a saber de ese hijo de puta. Haciendo eso, es lo último que pedimos de usted, dando omiso que ya está dentro de la mafia rusa.-
Sonaba arriesgado, y de tener cuidado de mandar ese documento, para que no fuese rastreado el ID y tuviese algún problema por si aquella persona decidiese investigar. A lo que se me ocurre, mandarlo desde Italia, puedo conseguir un ordenador en algún restaurante o el simple hecho de comprar un móvil italiano, peligroso pero astuto.
-Debo decir que no me queda de otra, han sido tareas muy arriesgadas, y peor como termino la última. Pero si es por el bien de Sergey, acepto señor. Tiene toda mi palabra, y además mi lealtad al Consejo. Del conocimiento de armas, tengo un excelente maestro que de enseñar se trata.-
-Ese pequeño percance con Blake que hace años tuvo es de valientes señorita debo aceptar que admiro mucho su esfuerzo que será recompensado.-
Me deja mucho de que pensar, simplemente porque son una agrupación de Rusia muy poderosa con un historial demasiado largo, de lo cual ningún país del jodido mundo a escapado, ahora como explico que quiero echarme encima a un puto mexicano que se hace amenazante cada día.
-¿Cómo sigue Sergey?- su pregunta vuelve a sacarme de los pensamientos.
-Le han diagnosticado cáncer, con un determinado tiempo de vida.- suspiro pesadamente.
-Después del envió de aquel documento, tómense un tiempo libre, lo merece el muchacho, que por cierto que lindos hijos. El crio tiene más la cara de él. Y la nena a usted, instruya muy bien a su hijo, que puede ser un buen heredero en unos años.-
Procurando despedirme con cortesía.
Es aquí cuando me cae el maldito veinte, ¿En verdad quiero que Anielka algún día sea el jodido heredero de la mafia de su padre y abuelos?
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