CAPÍTULO 14.

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Y con respecto a ti, te espero donde el llanto es un pecado tentador.




Es muy raro que Sergey a mitad de la fiesta mandara a traerme, que puede tramar algo o incluso solo fue un despiste para sus planes que lo segundo es seguro.

En una pequeña parte de la mansión un tanto escondida, se encuentran dos hombres más aparte de Sergey y Dante que parece mantienen algo ameno, cosas triviales, estaba tan a gusto conversando con la familia de Doroteya, que vienen y me interrumpen, pero empezare a acostumbrarme.

Si así se tratarán los negocios en que no descanses es bueno irlo sabiendo.

-¡Pequeña!- Sergey brinca de gusto al verme. Se adelanta antes que llegue yo a ellos.

Besa mi frente. Al posicionarse delante de mí quiero decir algo pero no deja que lo haga.

-Te presentaré a alguien que probablemente te saque de onda, pero sabrás como manejarlo, sabes eso es lo que me encanta de ti, tu adaptabilidad a las cosas.- toma mi mano.

Caminamos a los hombres que se encuentran.

A quien reconozco enseguida es a Judas que ahora tiene un aspecto diferente, luce más robusto de lo que era antes, y viene de traje cosa que no es común en él. Y un señor a su lado de unos ojos grises y a la vez azules, delgado con el cabello canoso, de tez muy blanca, incluso pálido pero parece que se mantiene muy bien.

-¡Buenas noches!- mi nerviosismos ante el hombre desconocido me hace temblar un poco.

-Señor, le presento a Christina Ivanova.- quedo frente a él.

Me analiza desde su asiento, me hace sentir pequeña con la mirada tan profunda que presenta, además que me mira de pies a cabeza. No espero responder o acercarme a él sea quien sea, puesto que no noto interés en que me salude.

-¡Vladímir Vinográdov!- estática quedo al mencionar su apellido.

Que me cae el veinte sabiendo quien es. Toma mi mano para acercarme a él de repente y abrazarme como alguien desesperado, no sé si llego a notar mi incomodes por su forma de actuar, lo que quiero es que me de muchas explicaciones, que nada se puede quedar así.

-Los dejaremos solos, Judas y yo tenemos asuntos que tratar.- ellos a excepción de Dante salen camino a la mansión.

Tomo asiento lo más cerca posible a la mesa de donde ya hacia sentado, se ve alguien tan sencillo y difícil de dominar, su semblante es serio, pregunto ¿Cómo se habrán conocido él y la abuela? Pudo haber sido alguien atractivo de joven. Me relajo respiro lo más profundo.

-Te pareces tanto a ella.- sus palabras son exactas.

Emite un sonido de voz muy peculiar. Hay personas que sus voces te calman, y otras que hartan pero él emite algo diferente.

-No sé si deba pedir una disculpa, por años de ausencia, y por desahuciar a Masha, que ya el señor Vólkov me ha puesto al tanto. Pero aun así lamento todo lo que tuvo y tuviste que pasar, tienes sus enormes ojos, y vaya que el cabello lo sacaste a mí, aunque tu madre es de cabello más oscuro, que tengo noticias de ella, están en rehabilitación tiene seis meses y pronto saldrá.-

Creía muerta a esa señora.

-Gracias por el interés, pero de ser así no deseo verla en absoluto, he vivido sin ella y no la quiero.- soy dura por todo el mal que ha causado.

-Comprendo no te obligaré respeto las decisiones que tomes, y heme aquí puedes preguntar todo lo que quieras.- extiende sus manos.

-Creo que usted sabe lo que preguntaré así que comience.- le otorgo la palabra.

Dejar que de su boca salgan las palabras que necesito recompensar por muchas cosas.

-Bueno por seguridad hace años, ya sabes una parte de la historia tuve que fingir morir porque la furia de Constantine era horrible y no quería que le hicieran daño a mi familia. Masha y tu madre, las lleve al principio a un lugar seguro viviendo en una residencia cómoda para ambas, al paso de los meses este señor se apodero de mi herencia, y las dejo en la calle, yo por otro lado no las busque y fui desconsiderado, no podía hacer anda sino él me descubriría...- insisto en que tiene algo que todo es exacto.

-Masha sufrio los últimos años, porque nos fue difícil pagar las medicinas para su enfermedad ni ella ni mi madre te mencionaron alguna vez ni por error. Creo que a mí las disculpas no me van, pero a ella sí aunque este muerte merece que asista a su tumba y pida perdón, tal vez así todos vivamos en paz.- sonríe con gratitud.

No le debo rencor o un odio del señor, es mi abuelo de sangre pero no de crianza, y me cueste acercarme a él, pero trataré que al menos recompense lo sucedido.

-Yo la cuidaba de lejos, tu madre me visitaba seguido logro encontrarme, y muy continuamente pedio dinero que porque tu estabas estudiando, yo le daba sin que me rogará dos veces, hasta que descubrí que nunca llego a ti, platicaba que eras alguien excelente y estaba orgullosa pero el dinero lo mal invertido en cosas que no debía...-

Si tan solo supiese lo que me hizo pasar.

-Ella desde hace mucho no existe para mí, ha sido muy grosera y no quiero verle por lo que me reste de vida, y espero entienda eso, aunque salga de rehabilitación no quiero que me busque o que se le proporcione información de mí.-

-No será así te lo aseguro.- al parecer mi abuelo ruso tiene mucha educación.

Como ventaja podría aprender muchas cosas y yo misma mejorar en muchos aspectos, una aprte de mi se alegra que este en esta nueva etapa de la vida, lo cual el tiempo que convivamos será estupendo. Conocerá a su bisnieto, y a Anya quien estará feliz de tener otro abuelo mejor si la conciente.

-Hija sé que no me ganaré tu cariño de la noche a la mañana, y no te comprare con todo el dinero del mundo, pero deja intentarlo, déjame hacerte sentir que conmigo puedes contar para lo que sea, Judas ya ha pedido una disculpa que es otra larga historia, ya que yo no sabia quien eras en ese pub: Paraíso Infernal que por cierto yo soy el dueño.- que vueltas da la vida.

-Me agrada mucho sabe, es bueno saber que al final de cuentas no estoy sola.- nos fundimos en un abrazo lleno de reconciliación y amor.

Dirty Dancer 2: Sublime Reencuentro.Where stories live. Discover now