Los dolores de cabeza se volvían insoportables, ha tal hecho querer arrancarla.
Dolores de huesos, que siento que de un golpe se rompen.
Las manos temblorosas, que me impiden siquiera levantar los dedos.
Mi camino iba terminando, iba dando un pequeño fin a cualquier estructura a la cual una vez construí, ni siquiera puedo sostener a Anielka por más de cinco segundos, y eso en el alma me parte, mi aspecto físico no ha cambiado, solo he bajado algunos kilos, pero me mantengo fuerte pero al mismo tiempo débil.
Ni yo puedo tolerarme, hace días que ha quedado pendiente con Tina el ir por Blake, solo pido que me dé tiempo.
Ha venido a tomar una ducha en el cuarto antes de tomar una decisión con la cabeza fría.
Lo cual su compañía me agrada, me tranquiliza aunque me desagrade la idea que me note vulnerable, y débil. Veo en sus ojos la preocupación por mi y quiero evitar eso a toda costa.
Tomo un largo respiro, para adentrarme a la ducha con ella.
De espaldas mantiene el mismo cuerpo que recuerdo pero sus caderas han anchado, con los lunares en su espalda baja que parecen una linda constelación.
-¿Qué haces aquí?- se percata que he entrado.
-¡No pude resistirme! Lo siento.- sonríe tiernamente.
Se acorruca en mi pecho, las gotas de la regadera comienzan a caer sobre mí, y me espera una majadera brutal, la cual dejo que mis manos me guíen para jalar del cabello rubio de esta chica voltearla para mi, hacerla recargar sobre la pared.
-¿Dónde quedo que iríamos lento?-
No respondo, pero hay un silencio tan a gusto, sé que ambos deseamos reencontrarnos. Tina empieza a sangrar de todo el cuerpo, del agua comienza a caer sangre sobre mi cuerpo, cuando Tina se desvanece, golpeándose muy fuerte. Cuando comienzo a gritar pidiendo ayuda.
-¡LLAMEN UNA AMBULANCIA!- pero como si yo solo escuchara mis ecos, no sale nada de palabras.
Tina sigue sin responder.
-¡Por dios despierta!- la muevo, pero sigue inconsciente.
Cuando despierto me doy cuenta que ha sido todo una pesadilla, tengo dificultad de respirar, tallo mi ojos para verificar que yo esté bien y todo haya sido un sueño. Revuelvo mi cabello, tratando de quitar esa imagen de ella empapada de sangre, viéndola morir. Cuando llega a mi recamara ya lista. Vestida intelectual, que en serio sigue manteniendo lo inocente que siempre ha sido.
Y es que hoy es el dia en el que se reúne con Blake, y de verdad que siento un miedo por tantas cosas, además que no ha dicho nada después de mi confesión acerca del tumor, apenas fue hace dos días, no sé si ella lo piensa, o no quiere decir algo que me haga sentir mal que a estos pasos ya nada me ocasiona dolor. Pero no me puedo quedar tranquilo. Pero ahí esta ella con su chispa tan iluminadora que se me olvida todo.
-¡Buenos días, señor Vólkov!- abre las cortinas, dejando entrar la luz del sol.
-¡Te vez muy bien! Chris en serio, no debes de hacer esto, puedes dar marcha atrás, amor.- pero...
¿Pero que acabo de decirle!
Sonríe sonrojada.
-Diciéndome palabras bonitas no me vas a convencer, además Blake merece lo peor del mundo, y eso me lo debo a mí, porque no creo que haya bastado solo con su hermano.- se acerca a mí y tiene un gesto dulce.
Besa mi frente.
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-¡Tengo que ir sola por favor! Y no te lo pido, es porque debe de ser así. Si todos queremos que salga bien debe de...- desesperada habla Tina.
Entre ella, Dante y yo llevamos una hora discutiendo que no debe ir sola donde Blake.
-Es que eres muy necio, terca hasta los cojones.- le responde Dante en tono sarcástico.
-No soy alguien indefensa, ya esta el plan, sé que voy a tardar, casi todo el día, pero lo haré a mi manera sin que ninguno de ustedes escuche lo que digo. Porque seguro que para él, hay cosas que debemos aclarar, tengo que mentir súper bien, no me tiene que ver la cara de estúpida. No necesito su ayuda, si pasa a mayores ya llamaré pero mientras no. ¡NO!- autoritaria nos hace entender.
Pero aun así con mi sueño de la mañana no sé como tomarlo en modo de advertencia, pero las mujeres son tercas, pero como bien dicen; es más fácil quitarles la cabeza que una simple idea.
-Estoy segura que lograre lo que tanto desean, no hay imposibles así tenga que verle la cara a ese hijo de la gran puta, no me voy a quedar de manos cruzadas, por un tipo. Ahora ya no tengo miedo.- se coloca en una posición dominante lo cual por un lado me excita.
-Me sorprendes, y confiamos en ti, pero no en él. Eso si, llama cuando sientas que estas en peligro estaremos ahí. Eres todo un caso preciosa.-
Se acerca a mí, muerde su labio inferior, y con una sonrisa coqueta y llena de lujuria me responde:
-Recuerdas que te dije que yo era el mismo demonio, y aquí en mi infierno no hay escapatoria, cariño.- pasa su dedo índice cerca de mi boca seduciéndome.
Y eso, por dios... juro por dios que me pone muy duro.
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Holiiiii, heme aquí de nuevo, solo quiero prepararlas para un dulce y agrio encuentro, el siguiente capítulo será algo extenso, para saborear la historia así pido toda la paciencia, mientras prepárense palomitas, y hagan sus apuestas señores!!!!!
