Capítulo 6: ❝Tensión en el Cotillón❞ [Parte 2]

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Mientras tanto, cuando las hijas de villanas salieron del castillo, ambas tomaron asiento sobre el césped. Evie tomó su mano y la colocó sobre el lado izquierdo del pecho de su compañera de cuarto.

-Estas a salvo aquí. -Susurró la chica de cabello azul. - ¿Puedes sentir eso? Tu corazón aún late, y te prometo que estaré contigo hasta que deje de hacerlo. -Dijo, aunque su corazón estaba latiendo muy rápido debido a la ansiedad y eso le preocupaba.

-Tú y yo vamos a respirar juntas, M. -Exclamó la descendiente de Regina, no tardó en seguir su propio consejo, pero su chica no hizo caso. -Hazlo, nada malo te pasará.

La chica de cabello morado la observó con los ojos llenos de lágrimas y la obedeció, pues confiaba en ella, sabía que Evie solo quería lo mejor para ella.

-Así se hace, te mereces unas fresas. -La alentó la joven diseñadora. - ¿Quieres usar el diario que te regaló Carter? -Cuestionó, recibiendo una respuesta positiva por parte de la chica de la Isla.

La princesa malvada tomó el pequeño bolso que Mal había traído y sacó de su interior aquel objeto junto a un bolígrafo, lo abrió y se lo entregó a su mejor amiga, quien lo tomó con su mano libre y empezó a hacer garabatos en la hoja.

-Inhala, espera cinco segundos... y luego exhala. -Susurró Evie, respirando junto a ella. -Bien, ahora hazlo sola. -Le indicó, sintiendo esperanza, ya que sabía que su chica era capaz de hacer cualquier cosa.

La hija de Maléfica siguió las órdenes de su compañera de cuarto y sus manos dejaron de temblar, por lo tanto comenzó a escribir en el diario.

-Esa es mi chica malvada. -Exclamó la chica de cabello azul, sonriendo con orgullo al ver que sus consejos estaban sirviendo. -Hazlo de nuevo y te daré fresas. -Insistió por última vez.

Su mejor amiga la obedeció y luego dejó de sentir aquella sensación de agobio, cerró el libro de manera brusca y lo guardó en su bolso junto al bolígrafo.

- ¿Cómo es que Carter te dio ese diario? -Preguntó la hija de Regina, curiosa.

-Quiso darme una lección de empatía pero no me dejó ser la activa en la cama, ¿¡puedes creerlo!? -Se quejó la ojiverde, indignada.

-Creo que no entiendes lo que significa esa palabra. -Exclamó su compañera de habitación, encogiéndose de hombros.

-Lo único que entiendo es que mientras nos desnudábamos, arruinó el momento dándome ese estúpido diario que ni siquiera puedo leer completo, pero luego de eso... empecé a verla de otra manera, mi corazón late más fuerte cada vez que la veo y la extraño cuando no la tengo cerca, ¿crees que me esté muriendo? -Dudó la villana, sintiéndose rara pues jamás había tenido esta clase de conflicto. -Si este es otro de los trucos que papá tiene para contactarme te juro que voy a volver a la Isla y le voy a meter su ámbar por...

-No creo que estés muriendo, M, sin embargo estoy segura de que tienes más ganas de vivir aquí que en la Isla y la razón tiene nombre y apellido: Carter Mason. -Replicó Evie, sonriendo con picardía pues conocía perfectamente a su mejor amiga y sabía que Mal se había involucrado demasiado con la morocha. -Al menos una de las dos logró divertirse, lamentablemente para mí Rosalinda es más responsable de lo que pensé.

-La chica Cebo sabe demasiado, tuve que decirle sobre mi progenitor en el Banquete de Bienvenida, si abre la boca estamos perdidas. -Confesó la chica de cabello morado, haciendo una mueca, el hecho de que la prima de Alex Russo supiera uno de sus más oscuros secretos la ponía realmente nerviosa. -Sé que la harás caer tarde o temprano, E, no podrá resistirse a tus encantos por mucho tiempo más.

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