Epílogo

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***Narradora***

Estaba mirando el gran espacio que tenía por comedor y sala, asintiendo de manera aprobatoria.

Salió de la casa para ayudar a bajar otras cajas más de mudanza, sacó su billetera y les dio su propina a los señores quienes le ayudaron.

Entrando de nuevo a la casa, comenzó a empujar un sofá hacia su lugar, la mesa de comedor la coloqué cerca del ventanal que daba a su patio trasero.

Miró una caja de cartón con la palabra "Fotografías" escrita.

La cargó para ponerla sobre la mesa y sonreír de verlas.

Tomó la primera que se asomaba, una que les entregaron el día de la fiesta de despedida de soltera de una cliente.

Él estaba abrazando a la platinada por los hombros, con la playa de fondo.

La siguiente fue la de un año después de aquello, ambos compartiendo un beso con arroz blanco siendo lanzado sobre ellos, él de traje y ella con un bello vestido sencillo.

La regresó a la caja y cuando estuvo por abrir otra, de la caja salió un niño rubio de ojos azulados que provocó asustar al peliblanco.

-¡Buh!

El peliblanco llevó su mano a su pecho, puesto que le había dado un susto.

-Miren quién me ha asustado – Dijo sonriéndole -Ven, sal de aquí.

Lo tomó en brazos para cargarla.

-¡Oigan! A quién le hayan encargado a mi sobrino estará en problemas -Dijo asomando su cabeza por las escaleras.

-¿Christian? -Se asomo Merida por el otro lado de la puerta del jardín trasero - ¿Dónde estaba?

-En una caja.

El niño contaba con dos años, ya cerca de cumplir los tres.

-¡Mami! -Gritó con alegría de ver a su madre bajar las escaleras, Anna, quien acompañaba a Elsa cargando dos cajas.

-Oye no -Dijo bajando a Christian para subir los escalones que faltaban para llegar a ella -¿Qué parte de no cargar no entiendes?

-Son sólo unas cajas de libros, no pesan tanto.

Cuando le entregó las cajas a Jack, se asomó el vientre que estaba ligeramente crecido, apenas se daba uno cuenta que estaba esperando un hijo.

-¡Pájaro! ¡pájaro! -Christian corrió al ventanal para ver las aves que ascendían al césped trasero, la pelirroja se acercó para no perderlo de vista, otra vez.

-¿Tardará mucho Hiccup en venir? Muero de hambre -Exclamó Elsa mientras se sentaba cansada en un escalón.

-No, ya está aquí -Jack miró a la puerta, donde observó a Hiccup estacionar la motocicleta que antes era del peliblanco.

Kristoff entró con algunos jugos y postres para compartir.

Estaban sentados en el césped, compartiendo pizza mientras hablaban sobre cómo diseñar la casa.

Merida e Hiccup ahora vivían juntos en la casa de del castaño, con un minino negro de ojos verdes al que aún no le crecían sus colmillos.

Jack tuvo empleo de coreógrafo en dos diferentes escuelas de arte y danza, y de modelo para la revista a la que Elsa le subieron de puesto, teniendo su propio departamento de fotografía.

Anna y Kristoff iba de visitas de vacaciones, o si se podía cada fin de mes.

Rapunzel y Flynn iban igual de visitas, compartían varias salidas y ayudaron en diseñar y pintar la nueva casa de ambos.

Y ahora, estando los siete en la nueva casa de Elsa y de Jack, estaban felices de compartir una pizza que les llenaba el estómago y el corazón.

Cuando la noche cayó, Jack cargaba en brazos a su sobrino, para llevarlo a recostar sobre el asiento trasero del auto que le prestaron a Anna y Kristoff. Los tres se quedaron en casa de Hiccup a dormir.

Se despidieron, y cuando entraron a la casa, Elsa suspiró cansada mirando el avance que tuvieron en acomodar los muebles y algunos utensilios de cocina.

-De a poco se empieza -Murmura la platinada caminando a la cocina, en donde dejó su botella con agua.

-¿Quieres tomar un baño? -Le pregunta el peliblanco con una cansada expresión.

-Claro.

Ambos después estaban recostados en la tina de baño, podían haber tomado una ducha igual, pero querían estar relajados.

Esla tenía su espalda recostada sobre el pecho de Jack, y este le acariciaba sus hombros y clavículas, jugando con las gotas de agua tibia.

-Me gusta el nombre de Eliot, si es un niño.

Elsa jugó con la poca espuma que quedaba en la superficie.

-¿Y si es niña?

-Ese tú dímelo.

Jack sonrió de lado.

-Jatzira.

Al final de ese año, nació Jatzira.

Una bebé tierna y delicada, con ojos azulados y cabello peliblanco.

Había nacido una familia.

FIN


Me enamore de un Stripper.Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα