Me enamore de un Stripper.

Capítulo 29

***Elsa***

Fue de suponerse, ya no tenía llamadas ni mensajes suyos.

Conseguí mantenerme concentrada escribiendo más artículos, no sólo para la revista de Meg, sino para otras más e incluso para los periódicos.

Unos días decidí hacer ejercicio por las mañanas, cuando regresaba Anna y Merida ya tenía listo un desayuno.

Algunos días no tenía antojo, o a veces sólo comía unos pedazos y dejaba todo.

No tenía hambre y estaba demasiado ocupada en los trabajos, saliendo a comprar algunas prendas o cosas para el apartamento que a veces sólo comía pocas porciones.

Ahora me dirigía a la oficina de Meg, pero antes de llegar con la secretaria, miré a una persona familiar.

La chica estaba sentada en la sala de espera, me miró y se puso en pie cuanto antes.

-Elsa.

Cuando me detuve le miré extrañada, la identifiqué y sentí demasiado enojo por su presencia.

-¿Si? Con permiso -Le iba a rodear pero me llamó.

-No, espera por favor -Dijo – Yo me siento mal después de lo que sucedió el mes pasado, no fue culpa de Jack, él no sabía.

-¿Qué? ¿Viniste para hablarme de él?

-Sí y es que....

-¿Cómo supiste que trabajo aquí?

-Se lo pregunté a uno de sus compañeros, ese sujeto que....

-Olvídalo, no me interesa porque no hay nada de qué hablar.

-Por favor, estoy aquí por Jack no por ti -Me mira fijo – Lo he querido muchísimo y sabía lo enamorado que estaba de ti cuando apareciste por el pasillo, claro que tuvo miedo de lo que iba a suceder.

-No ayudas en nada recordándome esa noche.

-Fui porque yo lo extrañaba, no sabía de mi presencia y no teníamos otras intenciones por hacer, rechazó a que me quedara con él por ti -La chica recorrió un mechón a su oreja – Siempre supe que si yo le pedía algo a Jack, él lo haría, pero esta vez no fue así, esta vez supe que no volvería a mí.

-Oh lo lamento de verdad -Digo con sarcasmo – Si te sientes bien ahora, puedes irte, tengo cosas que hacer.

La chica suspiró cansada, se dio vuelta y se fue en dirección al ascensor.

Terminé dejando el artículo con la secretaria, hoy Meg no estaba.

Me había molestado de verdad la presencia de esa chica, no necesitaba venir para decirme algo que ya sabía.

Manejé con enojo al apartamento, pero debía calmarme o si no me desquitaría con los demás.

-Una semana más -Rogó Merida cuando entré al apartamento -¡No! ¡Dos semanas! Dos y ya no les pido más.

-Nos sentimos como un estorbo con nuestras cosas en su apartamento -Dijo Kristoff – Podemos irnos cuando....

-Una semana y media suena bien -Dice Anna trayendo a Sven de la correa.

Ambos dormían en el apartamento, ocupando el sofá cama por las noches y por los días salían a diferentes lugares cuando no estaba Merida o yo.

-Podemos ir hoy a la feria, digo – Me encojo de hombros – En lugar de que empaquen.

Anna le hizo ojos de cachorro al rubio mientras resaltaba su labio inferior.

-Una semana y media y ya -Acepta el chico.