Necesitaba esto

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Capítulo sesenta y nueve:

Los días habían pasado rápidamente y yo estaba más que feliz. Después de tanto Peyton ya estaba de vuelta.

Peyton se encontraba firmando ciertos documentos en el hospital antes de irnos. Yo observaba atento, pero la voz del doctor llamándome captó mi atención.

Me acerqué a él y estreché mi mano con la suya. Supongo que así suelen hacerlo, ¿no?

— Muchas gracias por todo doctor.— Le agradecí con una sonrisa sincera a la cual él correspondió amablemente.

— No hay de que, es mi trabajo señor Isenhower.— Dice pero luego su sonrisa se va cambiando a un gesto más serio.— Pero tengo que comentarle algo con respecto a Peyton.

— Claro, pero, ¿es algo malo?— Comencé a alarmarme.

— Todo depende de la atención que usted, o bueno, su familia le brinde. Peyton quedó con algunas secuelas y lo más seguro es que ella no recuerde muchas cosas. Ella podría reaccionar diferente e incluso sufrir una crisis, así que le pido que si sucede tal cosa le dé el medicamento prescrito en la receta; y ya si es más grave, entonces por favor llame a emergencias.

Escuché con atención cada palabra del doctor y comprendí todo perfectamente. Después de eso salimos del hospital y ya íbamos hacia casa, faltaban alrededor de diez minutos para llegar.

— ¿Crees que sí me hayan extrañado?— Pregunta Peyton mientras observa por la ventana.

— Ni siquiera lo dudes.

— ¿De donde sacaste el auto?— Siento su mirada sobre mi y solo me dedico a encoger los hombros.

— Lo saqué de por ahí.— Respondí tímidamente, ¿la razón? No lo sé. Creo que el tener a Peyton junto a mi me ponía nervioso.

Ella asintió confundida y yo la miré brevemente de la misma manera.

Llegamos a casa, estacioné el auto y la ayude a bajar de él. Entrelacé mi brazo con él de ella y caminamos hacia la entrada de la casa.
Saqué las llaves y abrí la puerta, me asomé lentamente y todo estaba en silencio.

Le dije silenciosamente a Peyton que entrara. Ella entró gustosa y observó todo a su alrededor pero unos ruidos provenientes de la cocina nos asustaron, pero rápidamente me tranquilice al escuchar las risas extrañas de Finn y Livia.

— ¿Acaso son...?— Peyton me preguntó haciendo referencia a su hermano y novia. Asentí.

Caminamos lentamente atravesando la sala sin hacer ruido, pero otra vez otro ruido que ahora provenía de arriba nos asustó. Alguien venía bajando los escalones y era Liam quien sostenía a Simon riendo a carcajadas, al parecer aún no se percataba de nuestra presencia.

Giré a ver a Peyton y ella se encontraba estática y pálida, lo cual me enterneció.

Entonces sucedió, Liam se percató de nosotros.

— Peyton...— Murmuró sin poder creer que ella estuviera enfrente de él.

Ella solo tenía su vista fija en Simon quien ahora la miraba a ella con sus grandes y lindos ojos verdes.

Liam se acercó lentamente pero Peyton retrocedió nerviosa chocando contra mi pecho. Ella me miró nerviosa pero yo le dediqué una sonrisa tranquilamente dándole a entender que todo estaría bien. Sé que ella se encuentra así por Simon, sé que ella teme que él no la quiera pero estoy más que seguro que no será así.

— Vamos, acércate...— Murmuré haciendo que ella avanzara hacia Simon.

Liam aún miraba determinadamente a Peyton mientras le entregaba a Simon, ella temblorosa lo tomó entre sus brazos pero lo curioso era él como Simon observaba a Peyton con un brillo en su mirada.

Simon soltó una carcajada y Peyton no pudo resistir y comenzó a sollozar mientras abrazaba fuertemente al bebé.

— Necesitaba tanto esto.— Dice Peyton entre lágrimas para después darle muchos besos a Simon quien solo sonreía gustoso.

Eso me hizo sonreír más.

Unos minutos después Finn y Livia aparecieron sorprendidos y emocionados en la sala junto a todos. Peyton estaba contenta y todos con ella. Anhelaba tener a Peyton ya En casa, ella hacía que las cosas estuvieran bien. 

— Es tan precioso, es idéntico a ti. Tiene tus ojos.— Dice Peyton enamorada de Simon.— Por cierto, ¿cual es el nombre de nuestro hijo?

— Simon Reign.— Respondí con una sonrisa y ella me miró feliz.

— ¿Enserio? ¡El nombre es fantástico! Le queda perfectamente.— Se acerca para después darme un beso en la mejilla.

— Nunca olvidé que querías que llevara el nombre de tu padre.

— Gracias, cariño. Sabes qué significa demasiado para mi.








(...)



Ya era tarde y cada quien se había ido a sus respectivos lados. Peyton, Simon y yo estábamos en la habitación ya preparándonos para dormir.

Peyton acariciaba suavemente las mejillas de Simon quien ya estaba dormido. Él dormiría en medio de ambos, así lo ha hecho conmigo desde que llegó a casa.

Me recosté en la cama y observé la tierna escena.

— Simon te amó.— Susurré captando la atención de Peyton.

— Pero no tanto como yo a él.— Responde sin dejar de acariciarlo delicadamente.

— Necesitaba esto...— Dije.— Y no sabes cuánto. El tiempo se me hacía eterno, yo quería tenerte aquí nosotros como ahora. Todo era un caos y se sentía un vacío, todo estaba incompleto sin ti. Tú eras la pieza final que necesitaba para completar mi paz.

Peyton se acercó lentamente hacia mi para después unir sus labios con los míos de una manera cálida y dulce. Sentí su mano tocar mi mejilla como hace unos momentos con Simon.

— Tranquilo, ya estoy aquí.— Dice.— Nunca los voy a abandonar.

— ¿Nunca?— Pregunté mientras ambos nos mirábamos a los ojos.

— Nunca.— Afirmó.

















































Perdonen la tardanza pero como algunas habrán sabido, estuve de viaje. El horario europeo me complico mucho pero aquí estoy de vuelta:)



¿Alguien quiere algún spoiler súper pequeño o prefieren quedarse en suspenso?

Bad Blood (Bill Skarsgård) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora