Alivio

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Capítulo sesenta y tres:

El llanto de un bebé se escuchaba dentro del auto, rápidamente pero con cuidado coloqué a Peyton en el suelo. Me quité la chaqueta y la camisa sin importarme el frío que hiciera.

Me metí como pude entre el auto y pude ver el pequeño cuerpo de mi bebé, con cuidado lo saqué y lo envolví con la camisa y la chamarra al igual que limpiándole la sangre que tenía.

Lo abracé con cuidado y el solo lloraba. Me causó tristeza el hecho de que lo haya conocido así, que mi hijo hubiera nacido bajo estas circunstancias.

— Tranquilo, tranquilo...— Lo abracé con cariño.— Estas a salvo, papá está contigo.

Me senté en el suelo con cuidado y coloqué a Peyton cercas de mi. Ella aún estaba mal y él bebé aún lloraba, sin pensarlo lo acerqué a Peyton para que la pudiera sentir y sorprendentemente el bebé dejó de llorar.

Quince minutos después llegó la ambulancia.


















...

Ya tenía alrededor de dos horas en la sala de espera. Los doctores aún no me decían nada sobre Peyton y mi hijo, lo cual me tenía demasiado nervioso e inquieto.

— ¡Jack!— La voz de Finn se hizo presente en la sala. Liam y Livia venían con él también.

Ni siquiera me tomé la importancia de levantarme, solo me quedé ahí sentado viendo el piso.

— ¿Cómo está? ¿Qué pasó? ¿Cómo está el bebé?

— Oye, espera.— Liam interrumpió a Finn— No hagas tantas preguntas, mira el estado en el que Jack se encuentra y tú pareces noticiero.

— Hazme el favor de cerrar tu maldita boca, imbecil. Te recuerdo que es mi hermana y mi sobrino los que están mal.— Finn se acercó agresivamente contra Liam.

— Y te recuerdo también que estoy por mi sobrino y mi hermano que casualmente da a ser el padre de tu sobrino también, pedazo de inepto. Ambos estamos por lo mismo, así que  cierra el hocico.

— Los dos me hacen el favor de callarse. — Livia dijo llamando la atención de los dos.— En vez de ayudar, empeoran todo. Si siguen así, me vale una mierda quien tenga más motivos para estar aquí, hago que lo saquen del hospital, ¿entendido?

Ambos solo se vieron entre sí y se sentaron en sillones diferentes. Finn se sentó a mi derecha junto a Livia y Liam se sentó en el sillón individual que se encontraba a mi izquierda.

Los minutos transcurrían y solo veía cómo pasaban doctores, enfermeras y personas con distintas situaciones por ser atendidas.

No sabía que hacer. Mi parte desesperada me decía que metiera presión de mala manera, que dejara salir a Pennywise; pero mi parte racional me decía que dejara que todo fluyera y avanzara de manera normal, que no empeorara mucho más las cosas.

En ese momento llega un doctor y mira a su alrededor buscando a alguien, rápidamente me pongo de pie y me acercó a él. El me mira detalladamente.

— ¿Usted es familiar de la paciente Peyton Bolton?

Sentí como los chicos se acercaron para escuchar todo lo que él doctor dijera.

— Sí, ¿cómo se está?— Pregunté nervioso.

— Por ahora no le tengo una respuesta muy concreta, pero a lo que hasta ahora hemos visto, se puede considerar que ella está bien. Alguna que otra fractura en las costillas pero hasta ahora nada grave.

Sentí un alivio después de escuchar eso, pero aún no sé me quitaba totalmente la preocupación, necesitaba saber de una otra personita.

— ¿Y mi hijo cómo está?— Pregunté esperando obtener otra buena noticia.

— Me ha dejado sin palabras, señor...— Fruncí el ceño.— Con todo respeto, pero me resulta increíble e imposible que su hijo después de lo que sucedió y como nació se encuentre totalmente ileso. Es el bebé más fuerte y con mucha suerte que he conocido. Sin duda alguna, ese bebé tiene un gran ángel de la guarda.

Sonreí a más no poder.

— No sabe cuánto me tranquiliza saber eso, doctor. ¿Cree que me sea posible ver a alguno de los dos?

— Por ahora sólo puede ver al bebé, Peyton aún no está en condiciones de tener visita. Probablemente hasta mañana. Espere aquí y vendrá una enfermera para llevarlo a ver a su hijo.

— Muchas gracias, doctor.— El doctor se despidió y se retiró.

Rápidamente sentí como alguien me abrazaba con entusiasmo. Era Livia.

— Que gran alivio que ambos estén bien.— dice sonriendo.

La enfermera llegó y me retire junto con ella. Los demás se quedaron tranquilos, sobre todo Finn.
Cuando llegamos al lugar donde se encontraban los bebés, pude sentir que ahí estaba mi hijo.

Me paré enfrente la gran pared de vidrio y tenía vista de varios bebés, si necesidad de que me dijeran cual era y yo ya tenía la certeza total de quién era mi bebé. La enfermera se acercó al bebé el cual que ya estaba cambiando y en vuelto en una sábana azul. Le había retirado mi ropa y me la habían regresado y ahora ya la tenía puesta de nuevo.

— Señor, tiene que llenar el papeleo de registro del bebé. — En cuanto la enfermera dijo eso abrí los ojos como platos.

— ¿A que se refiere?.— Pregunté mientras cargaba a mi hijo.

— Son para que registre al niño y usted lo pueda retirar. No se preocupes si tiene complicaciones para hacerlo, yo le puedo ayudar. Al igual que se le dará una breve capacitación con respecto a la atención del niño, ya que la madre no está en condiciones de hacerlo y a usted se le cede el derecho temporalmente.

—¿Temporalmente?— Fruncí el ceño.— ¿O sea que me van a quitar a mi hijo? Porque si es así, créame que...-

La enferma negó mientras reía.

— No, para nada señor. Me refiero a que como la mamá no lo puede atender, usted tendrá que atender al bebé en lo que la mamá, o sea su esposa, se recupera.— Ella sonrió amablemente.

"Mi esposa" no suena nada mal, bastante halagador diría yo.

— Muy bien, eso espero.— dije desconfiado sin embargo la enfermera solo reía levemente por mi comportamiento.

La seguí y como ella había dicho, tenía que llenar unos documentos con respecto a mi hijo y alguno que otro de Peyton, pero entonces llegó un un documento que me hizo pensar demasiado.

— Me podría decir el nombre del bebé, por favor...— Dice la enfermera esperando por mi respuesta.

— ¿El nombre?— Pregunté y ella asintió con obviedad.— ¿Ahora mismo se lo tengo que decir?

— Si señor, así son las normas del hospital.

Carajo, ¿que le digo? Vamos Jack, piensa...
Lo peor es que Peyton y yo nunca llegamos a una conclusión con respecto al nombre. ¿Que sería bueno ponerle?

Miré el rostro de mi hijo el cual tenía los ojos abiertos y me miraba fijamente, y en ese entonces se me vino el nombre perfecto para mi hijo.

— ¿Me lo podría decir completo porfavor?— La enfermera insistió y ya estaba apunto de anotarlo.

—- Claro.— Sonreí para después darle un beso suave en la frente a mi hijo.— Su nombre es Simon Reign Isenhower Bolton.

Bad Blood (Bill Skarsgård) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora