Capitulo 100

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     —Listo...Como nuevo —indiqué con amabilidad, dejando de lado una vara de hierro caliente que use para suturar las heridas de uno de nuestros aliados androides y dándole una botella llena de plasma azul lista para beber—. Ten, bébelo y descansa un poco.

     —Gracias, (TN)_____ —asentí.

     Al volver a Jericho me dedique a reparar a nuestros compañeros, los cuales habían resultado heridos anteriormente en la lucha por nuestra libertad. Eran realmente pocos los que habíamos sobrevivido...Y algunos estaban peor que otros.

     —¿Cómo están?... —pregunta Markus mientras se acerca a mí desde la espalda.

     Volteo a verlo y le hago una señal para que me siga. Caminamos un poco y al estar lejos del resto me digno a contestar. —Bien, afortunadamente pude "repararlos" a todos ya que éramos pocos —hice cierto énfasis en la palabra "reparar" ya que no lo había echo del todo bien y eso se debía al problema por el cual nos aleje del resto— pero...No nos quedan demasiados suministros —murmuro preocupada y suspiro—...A este paso...Tal vez unos cuantos se apaguen.

     El líder baja la mirada, arrepentido de haber salido a luchar contra los humanos sin pensar en las vidas de sus camaradas.

     —...Está bien —intento animarle—. Debíamos pelear por nuestro pueblo, vengar a cada uno de los nuestros...Ellos se lo buscaron, nos subestimaron y ahora mas les vale no volver a hacerlo.

     Sonríe débilmente. —Sí...Tienes razón. No volveremos a dejar que nos pisoteen —se muestra serio y decidido—. A partir de ahora, lucharemos con todo lo que tenemos.

     Después de ello permanecí en silencio hasta que me decidí por abrazarlo, él sin pensarlo correspondió a la muestra de afecto, permaneciendo así por unos minutos. Pensaba que necesitaba algún tipo de consuelo por lo ocurrido en la batalla y, no sabia que más hacer por él mas que mostrarle cariño y comprensión, y así permanecimos, abrazados mientras nos sentíamos el uno al otro y disfrutábamos de nuestra mera compañía...Hasta que un golpeteo en la puerta nos hizo reaccionar.

     —¿Markus? —una voz completamente desconocida para el mencionado lo llama, asomándose a los adentros de nuestra habitación—. ¿Tú eres Markus? —sin embargo...yo la reconocí al instante.

     —Sí —se separa de mí, viendo a la androide AX400 entrar a la habitación—. ¿En qué puedo ayudarte?.

     No pude evitar mantener la mirada en ella, casi hipnotizada por su belleza melancólica.

     —Estoy con una niña y otro androide —volvió a hablar la mujer, viéndome de reojo de vez en cuando—...En dos horas sale un autobús hacia la frontera...y necesitamos pasaportes...

     —No, Detroit tiene toque de queda —responde Markus, advirtiéndole—. Hay soldados por doquier y están reuniendo a todos los androides para enviarlos a los campos...

     —Tal vez deban —ambos me observan, poniendo atención a mis palabras—...quedarse un tiempo...

     —Tal vez sí —responde la joven maquina, analizando la situación y pensándolo con claridad y detenimiento—...Aquí estaríamos más seguras hasta que se calme todo... —termino por aceptar, asintiendo ligeramente con la cabeza.

     —Uno de los nuestros trabajaba en el Departamento de Estado —continúo, dejándome llevar por los recuerdos del pasado—. Tiene pasaportes electrónicos que puede modificar —volteo hacia Markus, buscando su aprobación.

Detroit : Become Human •"Schrödinger"•Where stories live. Discover now