Detroit : Become Human •"Schrödinger"•

Capítulo 17

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     Kara, Alice, Luther y yo nos encontrábamos conduciendo por la carretera hacía el lugar en donde Luther dijo que podríamos encontrar ayuda.

     Luther había tomado "prestado" el auto de Zlatko para este recorrido.
     Y ahora, nos dirigíamos hacía nuestra salvación, yendo por un camino nevado y frío.

     —Qué bueno que Zlatko tenía un auto —comenta Kara para "derretir el hielo"—...No sería bueno que Alice caminara con este frío...Y tampoco sería bueno para (TN)_____.

     Kara se preocupaba por mí...
     Con eso en mente, mi corazón se sentía tan cálido que no me importaba el clima de haya afuera.

     Pero Alice...

     Kara aún no lo sabía...Y no tenía planeado decírselo...Al menos no por ahora.

     —Lo vi una vez en la cochera —responde Luther mientras conduce—. No sé si Zlatko llegó a usarlo.

     —¿Aún falta mucho? —pregunto curiosa mientras mantengo abrazada a Alice, quien se encontraba durmiendo.

     —Más o menos una hora —vuelve a responder nuestro conductor.

     —Las personas a las que vamos a ver...¿Cómo te enteraste de ellos? —cuestiona Kara, dudosa.

     —Por los androides que capturaba Zlatko —ambas lo miramos mientras el moreno hablaba—. Decían que humanos ayudaban a androides a cruzar la frontera...

     —¿Y si era mentira?... —comente pensando en la traición de Zlatko. No quería que volviera a suceder...

     —Yo solo sé que esos androides confiaron —se queda en silencio por unos instantes—. Hasta que Zlatko los mató.

     Bueno...eso significa que aún así debemos tener cuidado. No confiarnos demasiado.

《Falla detectada. Frenos de emergencia activados.》

     M*erda...

     —Esto no me gusta —Luther y Kara bajaron del auto mientras que Alice y yo nos manteníamos "calientes" en éste.

     Pasaron unos minutos hasta que volvieron y juntos fuimos por la fría tormenta hasta llegar a un curioso parque de diversiones abandonado.

     Un lugar raro para intentar pasar la noche por la falla de frenos, pero no teníamos muchas opciones que digamos.

     —Miren, encontré un buen lugar —avisa Kara a lo que nos acercamos a ella.

     Era un tipo de choza donde se podían conseguir accesorios del parque, estaba descuidada pero se veía estable para una noche en ella.

     Aunque la puerta estaba atascada al principio, Luther con un ligero empujón logró abrirla (claro, con los músculos que poseía aquel grandote no sería ningún problema.) y comenzamos a acomodarnos para poder dormir a gusto allí.