Tiempo de pose: diez rounds

Round 1

No era el escenario más ideal pero es lo que había en el momento, y es que tratar de resistir cada detalle tan coqueto casi inconsciente que el pelinegro hacía, era inevitable. Quien sabe como lo había persuadido para encerrarse en el baño y comenzar algo hasta su final, una locura total, una estupidez tan arriesgada que los pondría en evidencia al mínimo ruido, por eso se encargaría de poner su fuerte mano sobre esa linda boca, que ningún suspiro se fuera a escapar por más que el rubio deseara escuchar.

-Hey ¿estas bien?- Craig pasó su mano frente el rostro del rubio, éste parecía divagar.

-eeeh si, si... estoy algo cansado y comer me dio sueño- Fingió un bostezo y maldijo internamente que le sacarán de su sucia fantasía.

-Si a mi también, hum quiero llegar a casa y dormir unas diez horas jeje- llevo las manos detrás de la cabeza y estiró el cuello moviendolo de un lado a otro, la posición elevó un poco su suéter, sobre el abdomen, dejándolo ligeramente expuesto.

Tweek apenas pudo ver la piel pálida, un pequeño pedacito de carne mostrándose demasiado tentador, como si no le hubiera bastado su reciente alimento, le surgió un deseo por morder aunque fuera un poquito a ese chico.

Mientras Tweek vivía una fantasía erótica, Craig empezaba a vivir una historia de terror, probablemente combinar condimentos y agua gasificada no fue su idea más inteligente, tampoco agregó la ya molesta sensación en su estómago causada por lo nervioso que estaba. En su interior  podía sentir esas burbujillas efervescente del jugo gástrico, los espasmos de aire o más bien gas que se estaban acumulando en el tracto digestivo. Cuando comenzó a sentir la presión en el vientre y la terrible necesidad de sacar todo ese aire por donde fuera, entró en pánico total, no podía pensar con claridad ya que estaba demasiado concentrado en no eructar o peor...

-Ah pues... supongo que es hora de ir a casa, el autobús no debe tardar- Mencionó Tweek en un intento para distraerse de cualquier otro pensamiento impuro.

-ajam...- El pelinegro expresó contrayendo todos los músculos de su cara, se debía a su malestar pero el gesto parecía más como si la idea le repugnara- Quizá deba caminar un poco, ya sabes para ayudar a la digestión- Retrocedió unos cuantos  pasos mientras apretaba todo su cuerpo.

-Gran idea, siempre es bueno caminar un poco- Le siguió Tweek.

-Si, pero prefiero caminar solo- Nuevamente puso marcha atrás.

Evidentemente el rubio quedó confundido, no esperaba esa respuesta ya que incluso lo había tomado como una propuesta indirecta para pasar un poco más de tiempo juntos.

-Ah... seguro, es que yo creí que podría acompañarte un poco más- En su voz se notan la decepción, incluso su expresión parecía algo desanimada.

-¡No! Es decir, gracias pero no, ya debería irme, en otra ocasión será, sólo me iré de una vez ¿ok?-  Trató de caminar pero la inflamación en su estómago ya era tal que dolía como una punzada, se dobló ligeramente al frente y apenas pudo avanzar con mucha rigidez.

-¿Estás bien?- Tweek podía ver que algo estaba evidentemente mal, casi aseguraba que el chico sufría.

-Mmjum...- Gimió en una risa fingida llena de angustia.

-Parece que estás algo enfermo ¿acaso la comida te ha caído mal?- Tras analizarlo un poco no tardó mucho en reconocer esa expresión de pánico y dolor cuando estás tan lleno de gas que podrías explotar.

Al verse descubierto, el pelinegro sufrió más que nunca, en su rostro reflejó por completo la sensación de náusea para luego vaciar, de una buena vez, todo su ser en un largo y estruendoso eructo justo frente a la cara del rubio.