Capitulo 8: Asa

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VIII
Asa

Sentí la fría mano de Ethia tomar la mía y escuchaba como si estuviera debajo del agua su voz. Jude solía decir lo mismo “¿No te das cuenta que solo te lastimas?” Escuchar la voz entrecortada de Ethia me había llenado de tristeza el corazón, ella siempre intentaba ser fuerte, sabía que había descubierto a Jill, lo confirme cuando me dijo que ella también extrañaba a su mejor amiga.

Se me hacia totalmente extraño tenerla ahí, sentirla junto a mi cuando realmente jamás le intereso estar cerca de mí, mas era reconfortante, no por el hecho de que me estuviera desangrando por ella, si no porque sabía que había alguien más conmigo a la que no le daba miedo acercarse por estar en ese estado.

Al menos podía dormir tranquilo sabiendo que ella estaba junto a mí y que no le pasaría nada mientras yo estuviera fuera de línea, sabía que a Carter no le agradaba Ethia hacia años atrás, incluso antes de el día fatal, además de porque es la hija de los dos más grandes que se han visto en siglos era por el puesto que Ella tomaría al terminar la academia, el mismo puesto que Carter soñaba con que le ofrecieran los directivos, pero muy en el fondo sabia que ese puesto le pertenecía a ella por nacimiento, así que pasaba sus días dando lo mejor de sí para vencer a Ethia y dejo de preocuparse los dos años que estuvo fuera de línea, mas cuando regreso y le venció en la simulación días atrás su rabia había aumentado, su afamado Orgullo Carter, que trascendía de generación en generación, así que sabía que la atacaría en cualquier momento.

Esa noche dormí tranquilo, se podría decir… a las 4:55 am tuve un ataque, mi cuerpo comenzó a colapsar, Ethia se despertó de golpe cuando comencé a sacudirme y el monitor emitió un sonido espantoso.

-¡Asa! – Me dijo fuertemente ya que seguramente sabía que no podía escucharla entre mis ataques de tos y convulsiones - ¡Tranquilo! ¡Mírame! – mas sin embargo por más que quisiera no podía hacerlo, mi vista se tornaba negra y mi temperatura bajaba totalmente, comencé a oír su voz por debajo del agua nuevamente, no le estaba dando ninguna señal de que la oía o de que sobrevivirá, pude escuchar su voz afligida -¡Asa! – volvió a gritarme, había encendido la alarma para que la Doctora Lisie viniera  -¡Oye, estarás bien, tranquilo!- volvió a decir mientras ponía una de sus manos es mi frente y la otra estaba recargada sobre la cama, como pude hice mover mi mano y apreté la suya fuertemente, más de lo normal diría yo, no le mentiré, tenía miedo, estaba desesperado, era una fuerte opresión en el pecho, Ethia respondió a mi acto de la misma manera, volvió a apretarla.

-Joder – la oí decir, se soltó de mi agarrare y comenzó a hacer ruido en la habitación, la escuche abrir el botiquín que había dentro de mi cuarto, sabia lo estaba buscando y efectivamente podía encontrarlo ahí, además de que todo lo necesario estaba ahí.

Sentí la fría aguja penetrar mi vena en el brazo izquierdo y el liquido entrar lentamente con un dolor mínimo al que estaba sintiendo justo en ese momento.

-Venga funciona – la escuche decir desesperada mientras tocaba mi frente –no habrá bajas mientras yo esté a cargo – gruñó. Y funciono, lo que Ethia me había inyectado era una especie de vacuna a la que estaba destinado a ponerme cada cierto tiempo por el resto de mi vida al igual que ella, era la que hacía que nuestro cuerpo y sistema inmunológico se hiciera fuerte contra el VPR.

Escuché el sonoro suspiro de alivio de Ethia seguido de una pequeña risita tonta. Mi corazón comenzó a latir de manera normal nuevamente y el calor de mi cuerpo comenzó a volver a la normalidad, mas mi vista seguía oscura, estaba cansado, un colapso te dejaba sin fuerzas. La doctora Lisie entro corriendo a la habitación y cruzó algunas palabras con Ethia, quien le daba la situación que acabábamos de pasar.
-Bien pensado mi pequeña – la oí dirigirse a Ethia – si hubieras demorado un par de minutos más hubiera entrado en estado de coma. Mi cuerpo se tensó al oír eso.
-Gracias.
-Asa – me llamó la doctora Lisie- se que puedes oírme, se que estas ahí, escucha – posó su mano en mi brazo izquierdo – quédate tranquilo, aquí todo está bien… olvídate de lo que te está preocupando, Loxie está bien, procura concéntrate en ti mismo, eso ayudara a que despiertes pronto. ¿Entendido soldado?
La doctora Lisie abandono la habitación un par de minutos más tarde después de darle instrucciones a Ethia.

United Until The War. #WOWAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora