Strawberry Milk.

IV.

En la mañana, Louis se frota los ojos para quitar el sueño de estos, solo para encontrarse con unas paredes que definitivamente no son las suyas, y con mantas que no huelen a masturbación, así que le toma un tiempo darse cuenta que está en la habitación de Harry, el rizado que pinta sus uñas y toma leche de fresa. Un sonido interrumpe el silencio que había, "If i were a boooooy, even just for a daaay," y Louis no puede contener la risa que sale de sus labios, volteando su cara hacia la almohada. Está considerando en robarse una de esas, en serio.

Sale de la cama de Harry, arreglándola bastante rápido, lo cuál es nuevo porque ni siquiera lo hace con su propia cama. Se estira rápidamente, poniéndose sus jeans y finalmente entrando a la cocina. Harry luce tan delicado con sus rizos desorganizados y ojos brillantes mientras le rocía un polvo al pan. Louis se da cuenta que está solamente en sus boxers. Sus boxers que aprietan sus caderas lo suficiente para que se le vean pequeños rollitos al lado de la cintura. También se da cuenta que las piernas de Harry están totalmente depiladas. Toma nota del hecho que encuentra a Harry realmente... lindo. No en el sentido como encuentra lindas a las chicas a pesar de que no tiene interés en ellas, y no lindo en el sentido que encuentra a los hombres, si no en el sentido que piensa que Harry podría estar tirando leche de la nariz y aún así lo encontraría lindo. Es muy confuso.

Parpadea, apartando la mirada, diciendo, "¿Beyoncé?"

Harry levanta la mirada rápidamente, sonrojándose como nunca.

Louis no puede evitar reírse, llevando su cabeza hacia atrás. "Está bien, no te preocupes. ¿Qué estás preparando?"

Harry sonríe entrecerrando los ojos. "Um, un poco de pan. Te hice a ti también." Señala al otro plato en la mesa que tiene un pedazo de pan cortado en dos, cubierto de un polvo rosado y pequeñas rebanadas de banano.

"Wow." Louis respira -no quiso decir eso, pero lo hizo.

"¿Qué?" Harry pregunta.

"Yo, no sé, la forma en la que vives. Me da un poco de celos, para ser sincero." Todo es tan ordenado, agradable y suave, y a Louis le gusta, comparado con su propia vida descuidada, llena de comidas grasosas y paquetes de patatas fritas.

Harry no dice nada por un largo tiempo, y Louis prueba su desayuno, asintiendo varias veces cuando se da cuenta de lo sabroso que está.

"No deberías," finalmente Harry dice, sin levantar su mirada mientras agarra una banana.

Louis quiere preguntar por qué, hacer que Harry se siente y le explique, pero simplemente suspira (porque ni siquiera lo conoce) mirando cómo Harry le pasa un vaso de leche de fresa.

"Envíale saludes al chef de mi parte, ¿Sí?" dice suavemente, porque siente la tensión crecer.

Harry le sonríe. "Está de vacaciones ahora, pero me aseguraré de decirle cuando regrese."

Y no fue tan gracioso, pero Louis se ríe fuerte hasta que su cara está totalmente roja, y hay lágrimas en sus ojos, porque piensa que es lo que Harry necesita.

(Antes de irse, le agradece un millón de veces, repitiendo uno detrás de otro hasta que Harry sonríe tan grande que sus hoyuelos parecen permanentes, y sus mejillas están en un tono rosa. Se asegura de tener el número de Harry, y promete mandarle un mensaje cuando esté de vuelta en su departamento.

Y lo hace. Enviándole muchas 'Xx' y caritas felices.

Cuando entra, Zayn y Liam están abrazados en el sofá juntos, "Dios, ya estoy disgustado," dice, dejándolos solos mientras recoge toda su ropa y de repente decide que quiere lavarla.

Probablamente porque ya ha pasado mucho tiempo o porque tal vez se siente inspirado lo que sea.)