Capítulo 53

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No hay lugar para distracciones.

Después de un veloz viaje, el grupo se detuvo entre unos árboles para tomar un breve descanso

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Después de un veloz viaje, el grupo se detuvo entre unos árboles para tomar un breve descanso. Los chicos debían asegurarse que Sara se encontrara estable, que a pesar de su horrible fiebre ésta no empeore. Debían descansar un poco, comer algo para continuar el trayecto hasta Hasetsu, del cual desde L'Homme Arme era una viaje bastante extenso y no llegarían hasta el siguiente día.

A pesar de tener la responsabilidad de viajar hasta la antigua ciudad de Yuuri para encontrarse con Minako, Victor se encontraba demasiado alterado por no conocer la situación de Yuuri. Pese a saber que el gran ave llegó para buscarlo, nada garantizaba que las cosas estuviesen bien, además, le inquietaba el no saber qué hizo el hechicero para crear esa conmoción en la ciudad. Las personas que corrían solo decían "veneno", y Victor no sabía si se refería a alguna especie de veneno como poción o algo mucho peor, ¿qué había hecho? Sabía que no podía regresar y buscarlo, era importante que los chicos llegaran cuanto antes a la ciudad. Solo le quedaba el confiar que las cosas estaban bien y que Yuuri había logrado marcharse de allí, escapar y dirigirse a casa.

—¿Cómo te sientes, Sara? ¿Tienes frío? ¿Estás bien con esta manta? ¿Quieres más abrigo? —preguntaba Michele a su hermana que se encontraba tapada y temblando.

—Estoy bien, no tengo tanto frío.

—¡¿Quieres mi abrigo?! ¡Puedo dártelo si quieres! —exclamó a punto de quitarse su abrigo para dárselo a ella.

—¡Mickey! Harás que transpire mucho y tú no debes pasar frío también, ¡si le das el tuyo yo te daré el mío! —dijo Emil queriendo darle su abrigo a Michele.

—¡Paren los dos! —los reprendió la muchacha—. ¿No pueden calmarse un segundo o qué?

Al ver aquello Victor no pudo evitar soltar una risa.

—Ustedes tres sí que son unidos —mantuvo su sonrisa—. Es bueno que mantengan su buen humor a pesar de todo, creí que estarían un poco pesimistas por la idea de abandonar la ciudad.

—Bueno —habló Michele ya más tranquilo—. Hemos pasado por muchas cosas, podemos preocuparnos y a veces sentirnos acorralados pero hace mucho tiempo nos propusimos que nunca cambiaríamos, sin importar qué tan mal estemos.

—¡Cierto, cierto! —dijo sonriente Emil—. Y ahora lo importante es que Sara esté mejor, luego continuaremos con nuestras vidas, buscaremos un nuevo hogar, nuevo trabajo. Sin importar qué tanto cueste, hemos salido de muchas malas situaciones y esta no será la que nos detenga.

—Mantenerse positivos, puedo entenderlo —habló Otabek. Y de pronto comenzó a sentirse sumamente incómodo.

Los chicos continuaron conversando mientras se alistaban para volver al viaje, sin notar que Otabek estaba lidiando con algo desconocido que después de percatarse que comenzó a moverse de forma extraña lo miraron extrañados y confundidos.

Bohemia vida de un inusual hechicero. - [ Victuuri ]Where stories live. Discover now