»La facultad de arquitectura es fantástica, creo que esta será la ganadora.

— ¿Seguro? ¿Ya no te importa si Theo y Tom no eligen igual?

—No, bueno... será extraño no tenerlos cerca si deciden ir a otra parte, pero Tom estaba demasiado emocionado en el momento en que vimos el primer árbol del parque y Theo se veía normal, sabes. Creo que el hecho de que tu padre este aquí lo ha tenido un poco tenso, sin mencionar que se sentía algo nervioso de encontrarse con Sophie.

—Te extraño —dije sin más. No lo veía desde el viernes en la escuela y ahora no lo vería hasta el lunes. Era bastante extraño sentir esa lejanía, no se que haré cuando realmente se vaya por cuatro años.

—Yo a ti, no han pasado ni dos días y ya necesito abrazarte y comerte a besos —una sonrisa tonta se dibujó en mi rostro.

— ¿Estás con Theo? Mamá me envió un mensaje hace un rato diciéndome que no le estaba contestando las llamadas.

—Ese tonto me ha cambiado por otra rubia. Cuando le dije que se fijara en otras chicas que no fueran Sophie no me refería a que nos volviese a abandonar...

— ¿Celoso?

— ¡Mucho! Él es mi hombre, de nadie más.

—Es más mío que tuyo, cariño. Aparte él y Noah parecen llevarse bien, los viste en la cena. Sigo sin aprobarla pero no podemos hacer nada más que aceptarlo.

—Da igual, ese maldito se está olvidando de mi por una chica. ¡Yo no le hice eso! ¿verdad que yo no le hice eso?

—No sé si reírme de esto o llorar por el hecho de que tengas un ataque de celos por mi hermano.

—Es mi mejor amigo, tengo derecho a estar celoso, Phoe.

— ¿Y Tom?

—Él es más suave, estoy seguro que se dejó influenciar por toda la cursilería que nos lanzó sobre ella. Sabes, jamás pensé que diría esto pero como que empiezo a extrañar la idea de Sophie...

La voz de Alex detrás de mi mandándome a los cambiadores hizo que no pudiese escuchar el final de sus palabras.

—Ve, elige algo lindo, te veré el lunes. —Respondió finalmente Josh en el momento en que la voz de Alex dejó de ser una distracción.

Terminé la llamada guardando el teléfono en mi bolsillo.

Las elecciones de Alex no son malas, en realidad son vestidos preciosos pero ninguno me convence en mi, por lo tanto decidí no llevar ninguno para mí y probar suerte al día siguiente.

—Bien, aún nos hace falta encontrar el lugar perfecto para la fiesta. Papá dice que hacerla en Nueva York será lo mejor por la cercanía, pero Los Angeles tiene algo que definitivamente me llama la atención.

»Me gusta que el clima sea distinto y que sea más entretenido que en casa.

— ¿Segura? Es un viaje largo, Alex.

— ¿Y qué? Nadie se perdería mi fiesta de cumpleaños, Phoebe, además estoy segura que todos nuestros amigos perfectamente pueden hacer el esfuerzo de venir, ¿o no? no será en día de escuela.

En medio de nuestro camino hacia el hotel en donde nos estábamos hospedando, Alex comenzó a gritar y a moverse hacia los lados, haciendo que me sobresaltara. Edward estaba tan entretenido conduciendo, que ni siquiera le prestó atención.

— ¿Pero qué pasa contigo? ¿Quieres que nos matemos?

— ¡Ya lo tengo! Haré la fiesta en el hotel Harrington, es definitivamente el indicado, amo las vistas al océano. —Dice refiriéndose al hotel en el que estamos hospedadas.

»Debemos ir a hablar con el administrador, necesitamos reservar los salones. Estoy segura que a papá no le importará que cierre el trato antes de consultarle.

—Te meterás en problemas.

—No lo creo, me dio un cheque en blanco, eso significa que el cielo es el límite. Además Harrington es espectacular. ¡Será la fiesta del año!

Quise no meterme entre sus ilusiones, no quería mandarla de golpe al piso si algo llegase a salir mal, y con eso me refiero a algo fuera de su esquema.

El administrador estaba encantado, por supuesto en el momento en que Alex dijo que el precio era lo menos importante, los ojos del tipo brillaron como estrellas.

El único problema era que necesitaban hablar con el adulto responsable detras de todo, y cuando Alex llamó a Mike, todo se fue a la basura.

Por supuesto, mi tío no aprobó el presupuesto de Alex y mucho menos la lejanía de la cede, fue tanto el enojo de Mike que incluso me pareció escuchar que le cancelaría la tarjeta con la que la había enviado si seguía con esas ideas.

Cuando el administrador nos esperaba para darle la respuesta final, decidimos hablar con él después e ir a la habitación para "analizarlo".

Antes de darnos media vuelta y subir, pude notar las máquinas que habían dentro de la oficina del administrador y las que habían en la recepción.

Todas eran marca Schlesinger.

—Creo que estoy teniendo una idea —dijo Alex mirándome con una sonrisa en su rostro.

— ¿Por qué de pronto me siento enjaulada por tu mirada? De una vez te digo que no me usaras para tus macabros planes.

—Dile tu nombre a ese tipo y esos salones serán míos.

—Tenemos el mismo apellido, Alex. —Dije con el ceño fruncido. 

—Pero es muy diferente hablarle de mi tío, a hablarle de papá pateando sus traseros si no hacen lo que les digo.

Está demente, pero ¿qué se le puede hacer?

***

El organizador de eventos del hotel nos dio un tour que dejó más emocionada a Alex de lo ya establecido. Era entretenido hasta cierto punto, luego el organizador empezó a hablar de precios y demás y sus sueños se vieron destruidos por las palabras que Mike le había dicho anoche.

—Por favor llama a Charles, estoy segura que él hará entrar en razón a papá, estoy segura.

Alex está casi llorando.

—Veré que puedo hacer —dije, viendo como la ilusión volvía a sus ojos.

Saqué mi teléfono y me alejé del lugar marcando el numero de papá.

— ¿Hola?

— ¿Cómo va Boston? —dije escuchando su sonrisa ensancharse al otro lado.

—Perfecto, ¿cómo va Los Angeles? ¿Edward las está cuidando bien?

—Perfecto también, y Edward nos ha mantenido vivas así que puedes estar tranquilo. —Me quedé callada unos segundos y luego proseguí —Quería preguntarte algo. Alex quiere hacer su fiesta aquí en el hotel en el que estamos, el problema es que Mike insiste en que se haga en casa y ella esta haciendo demasiado drama al respecto así que me envío a llamarte porque resulta ser que el hotel usa toda la tecnología nuestra. Ella piensa que con eso puede hacer algo al respecto. —Solté.

—Pásame a Alex, Phoe. Por favor.

Volví al salón y le tendí el teléfono a Alex quien lo tomó demasiado apresurada.

Ellos empezaron a hablar y a juzgar por las miradas que Alex me lanzaba, supe de inmediato que había conseguido lo que quería. 

Schlesinger [Borrador]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora