Chica Coraza. Marco Asensio

Capítulo 60-De lujo...

Narra Marco

Abro los ojos y veo a Sel durmiendo abrazada a mi.
Definitivamente ahora mismo he muerto y estoy en el cielo.

Cuando me contó que se venía a vivir conmigo, me sentí el tío más afortunado del mundo. Mi novia es la mejor novia del mundo.

Miro la hora, deberíamos ir levantándonos ya, aunque a mí no me importaría pasarme todo el día así.

-Mi vida-susurro en su oído y empieza a desperezarse, abre sus ojos un poco y cuando me ve sonríe tierna-Buenos días princesa, ¿Nos levantamos ya?

Me mira por unos momentos, está procesando lo que le acabo de decir. Por las mañanas hay veces que le cuesta.

-No.

Vuelve a cerrar sus ojos y se acomoda abrazándome a mí apoyando su cabeza en mi hombro.

¿Puede ser más perfecta? Imposible.

-Sel, hay que ir a trabajar-digo sonriendo acariciándole el brazo y niega-¿Y eso?

-Porque estoy muy agustito-responde con sus ojos aún cerrados.

-Cariño, tenemos toda una vida por delante para estar así.

Abre sus ojos de golpe y me mira alegre. Me regala una sonrisa de felicidad que me vale oro y asiente.

Se separa de mí y se sienta en la cama estirándose, me muevo hacia ella y le doy un beso en el hombro, a lo que me acaricia la cabeza.

-Que bonito que eres Marco.

-Lo sé Sel-contesto orgulloso y sonríe-Pero tú también lo eres, y mucho.

Se gira y se lanza a abrazarme, caigo en la cama con ella encima y me da besos por toda la cara.

-¿Y tanto amor a qué es debido?-pregunto cariñoso y encoje sus hombros-Por mí perfecto, podría acostumbrarme a esto, no me molesta para nada.

-Te quiero feo.

-Y yo a ti guapa.

Apoya su cabeza en mi pecho y vuelve a cerrar los ojos.

Bueno pues nada...me da a mí que hoy no llegamos a tiempo, sobretodo ella que tiene que estar antes que yo.

-Mi vida arriba-digo sentándome con ella abrazada a mi-Que llegamos tarde y no quiero escuchar broncas de Zidane.

Visto que no está dispuesta a cooperar, me levanto con ella en mis brazos y salgo de la habitación.
Rome viene corriendo y empieza a darme en las piernas. En otro momento le hubiera acariciado y jugado con él, pero ahora mismo me es un poco complicado.

Llegamos a la cocina y dejo a la señorita en una silla. Apoya sus codos en la mesa y su cabeza cae a sus manos.

Empiezo a preparar el desayuno y lo dejo encima de la mesa.

En tres días hay partido contra el Valencia, jugamos en Mestalla, así que nos toca viajar un poco.
Últimamente noto que no doy todo lo que podría dar, pero eso no puede seguir así, tengo que dar todo y más de lo que pueda.

Me siento enfrente de Sel y se queda mirando la taza del colacao.

-¿Que haces?-pregunto riendo y parpadea varias veces seguidas-¿Estás bien?

Pasa sus manos por la cara y suspira.
-Si, es que no he dormido muy bien.

-¿Y eso por qué?-pregunto preocupado-Si la almohada o el colchón es incómodo se compra otro.

-Eso no es tonto-responde sonriendo divertida-Me he quedado toda la noche pensando en cómo ha cambiado mi vida...y como también roncabas de lo lindo, tampoco podía dormir.