Chica Coraza. Marco Asensio

Capitulo 49-¿Que haría sin ti?.

-¿Falta mucho?

-Tres hojas.

-¿Me puedo echar una siesta?

-Te puedes echar hasta dos.

Marco asiente y apoya su cabeza en mis piernas mientras que yo arreglo unos informes que había escrito Nora. Desde aquel día en los baños está fatal, no da ni una.
Le he dicho que se haga un test para salir de dudas, pero no está muy convencida. Así que he planeado una especie de encerrona para que se lo haga.

Luego por la tarde voy a ir a dar una vuelta con Marco por ahí y lo compro en una farmacia, mañana se lo daré para que se lo haga al instante. La verdad que estoy muy preocupada por ella. Que esté embarazada no creo que le siente muy bien, más que nada porque no quiere tener hijos tan joven y más en la situación que tiene, no sabe de quién puede ser.

Termino de escribir el informe y con cuidado de no despertar a Marco, dejo el portátil en la mesa, a lo que él se abraza a mis piernas durmiendo.
Empiezo a acariciarle y hacerle cosquillitas en un brazo y en el pelo. Parece que todo está volviendo a la normalidad, quedó una tarde con Marina para hablar y le dejó las cosas muy claras, no quiere saber nada más de ella. Por lo poco que me ha querido contar Marco, le puso los cuernos con un amigo suyo de Mallorca.

Si ya con solo ser su ex me caía mal, después de saber eso me cae peor.

Aunque yo no soy la más indicada para decirlo después del beso que me di con Ceballos, ¿Eso se considera cuernos?
Yo pienso y creo que un poco de cuernos sí que son...

Paro de acariciarle y miro la hora que es en mi móvil, con la tontería no me da tiempo de ir a la farmacia, iré mañana por la mañana antes de ir al entrenamiento, pasado hay partido contra el Celta de Vigo aquí en Madrid.

-¿Por qué has parado?
Miro hacia abajo y veo que me mira con los ojos medio abiertos.
-Me encanta que me acaricies mientras duermo, me relajo más.

-Lo siento señorito, pero estaba mirando la hora en el móvil-respondo divertida y juntamos nuestras manos-No nos da tiempo de ir a dar una vuelta.

-No jodas-contesta molesto y encojo mis hombros-¿Hace cuánto que terminaste los informes?

-Pues...como hace cosa de una hora por ahí.

-¿Y por que no me has despertado?

-Pues porque te veía muy relajado durmiendo y me daba penita, además necesitas descansar ya que últimamente apenas duermes bien.

Marco se sienta bien a mi lado y pasa un brazo por mis hombros pegandome a él dándome un abrazo. Siempre que se levanta está muy cariñoso conmigo, me encanta que sea así.

-No duermo bien por culpa del trabajo-responde apagado jugando con un mechón de mi pelo-Noto mucha presión y que no doy lo que realmente se espera de mi, es que no sé cómo sigo jugando si no doy ni una. No valgo una puta mierda.

-Eh, por ahí sí que no, ¿Eres idiota o que?-pregunto seria sentándome encima de él con mis piernas alrededor de las suyas-Vales muchísimo Marco, y lo más seguro es que tengas una mala racha que con el tiempo se irá-digo sonriendo cariñosa poniendo mis manos en sus mejillas-Pero por favor, prométeme una cosa.

-¿El que?

-No vuelvas a decirte eso, solo conseguirás hundirte más aún.

Asiente apenado y me pega abrazándome fuertemente.
No es justo que se trate a sí mismo así, puede que no le vaya muy bien, pero no puede seguir pensando así.

-Te quiero guapa-dice dándome un beso-¿Que haría yo sin ti?

-Pues morirte del asco e ir a casa de Lucas o Isco a jugar al fifa-contesto riendo y sube una ceja mostrándome su desacuerdo por lo que acabo de decir-Tú y yo sabemos que es la verdad, o si no estarías en una discoteca bailando y emborrachandote hasta tal punto que creerías que juegas en el Barcelona.

-Ni loco jugaría allí.

-Pues a mi me harías muy feliz-digo divertida y rueda los ojos-Es la verdad, mi novio en el equipo que he defendido desde que tengo uso de conciencia, estaría genial.

-Te voy a decir una cosita que quiero que te la grabes a fuego en esa cabecita tan loca y guapa que tienes-dice Marco tocándome la cabeza-Sería el último equipo al que iría, antes me voy a Japón o a Estados Unidos.

-Nunca digas de este vaso no beberé.

-Me tienes loco Selene-dice Marco besándome-¿Que hacemos de cena?

Me levanto de encima suya y camino a la cocina, abro el frigorífico y saco una pizza. Marco entra a la cocina y al ver la pizza asiente, por mucha dieta estricta que tenga que llevar y todo ese cuento, en los entrenamientos y en los partidos lo quema, así que como si nada.

La pongo en el horno y voy sacando dos vasos.

-¿Helios no cena aquí?

-Que va, está en casa de Borja y se queda a dormir allí.

-¿Por qué le tenéis tanto cariño a ese hombre?-pregunta Marco sonriendo sentándose en la mesa.

-Pues porque lo conocemos desde que nacimos, era intimo amigo de mis padres junto con Pedro, han participado en muchas misiones juntos. Es como nuestro segundo padre por así decirlo, siempre nos ayuda en todo y más de lo que puede.

-¿Y el tal Pedro ese?

-Pues más de lo mismo, pero Borja nos ayuda más, es más cercano a nosotros que Pedro, pero igualmente le tenemos mucho cariño...aunque últimamente Helios pasa de él.

-¿Y eso?

-No lo sé, desde el accidente que tuvo con la moto está raro con él-contesto pensativa mientras miro la pizza en el horno-Es más, de las veces que habla con él siempre le contesta serio y a veces hasta borde.

-¿Y si ha tenido algo que ver?-pregunta Marco intrigado-De un día para otro no puede cambiar su actitud de buenas a primeras.

-No creo, Pedro es muy buena persona, ¿Acaso quieres que desconfíe de él porque se quedó a dormir aquí y te pusiste celoso?

Marco se levanta de la silla riendo y camina hacia mí arrinconandome contra la encimera.

-¿Igual que tú con Marina?-pregunta divertido y ruedo los ojos pesadamente-Poco tardaste en montar un operativo a lo FBI para saber que hace con su vida.

-No estaba celosa-respondo sonriendo poniendo mis manos en sus hombros-Solo quería ver en qué te podías haber fijado, y que no tenía yo que si tuviera ella.

-Pues no te rayes porque ella si que tiene que estar celosa por el pedazo diamante que está a mi lado.