Capítulo 44-¿Confianza?.

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-¡¿Tú qué pasa, que en vez de oídos tienes ensaimadas en las orejas o que?! ¿¡Que te dijo el médico!? ¡Que hasta que no pase una semana nada de esfuerzos!

-¡Pero es que me aburro!

-¡Pues juega con el ombligo!

Helios resopla enfadado y estira sus brazos lentamente para que lo coja.
Ha pasado una semana desde aquel día, los médicos le dieron el alta pero con la condición de que no se moviera para nada. Tiene el brazo vendado y un tobillo malo, con lo que cero movimiento.

Pues el señorito como se aburría, ha bajado al jardín para sentarse en el césped. No hay nada de malo que quiera estar aquí, pero me tiene que avisar para que le ayude a bajar y venir hasta aquí.

Lo cojo en brazos con mucho esfuerzo y entro al interior de casa para dejarlo en el sofá. Definitivamente necesito hacer más deporte, no puedo con él.

Normalmente es Marco quién lo mueve de un lado a otro, se ofreció a quedarse en mi casa hasta que Helios se pudiera mover bien. Obviamente que acepté, se vino con una pequeña maleta y con Rome.

-Y ya sabes Helios, si necesitas algo me avisas.

-¿Me pasas el mando de la tele?

Cojo el mando y se lo doy, empieza a hacer zapping.
Yo tengo que terminar unos informes, he pedido unos días libres para que no se quede solo en casa. Borja se ofreció a ayudarme, pero no veo justo que después del trabajo venga aquí a pasar todo el día cuando puede estar con su familia en su casa.

Llaman a la puerta y veo que es Lorena, abro y nos damos un abrazo. Es muy buena persona y me encanta la relación que tiene con mi hermano.

Voy a aprovechar que está aquí y me voy a comprar comida al súper. Entre una cosa y otra el frigorífico está prácticamente vacío.

-Linduras me voy a comprar-digo cogiendo las llaves del coche-Portarse bien, y Lorena vigila que el enano no se mueva.

-Claro Sel-responde Lorena acariciando a Rome.

Les guiño un ojo y salgo de casa para montarme en el coche. Arranco y pongo rumbo al súper.
Se me ha olvidado comentar que ya puse las alarmas y las cámaras, me ha costado un riñón y medio pero es necesario al menos hasta que sepa que está pasando.

Sigo haciéndome las mismas preguntas, ¿Quién me manda dinero? ¿Y por qué? ¿Y qué relación tiene con el hombre que entró a casa?
Preguntas sin respuestas...

Entro al parking del super y aparco el coche en una plaza. Me bajo y entro al súper en si.
Mientras que voy buscando la lista que hice en el bloc de notas del móvil, se me ha ocurrido que un día se pueden venir Igor y Gilberto a casa a cenar, hace mucho tiempo que no nos vemos y seguro que a Marco le gusta la idea.

Recorro todo el super metiendo las cosas en el carro y me paro a mirar unas galletas nuevas con chocolate que han traído. Por el dibujo de la caja tienen muy buena pinta, pero claro expectativa, realidad.
Las llevo, ¿Por qué no?

Me giro y me choco con un hombre de mediana edad haciendo que se me caiga el paquete de galletas al suelo

-Disculpe señor-digo recogiendo el paquete-No le vi.

-No se preocupe Selene.

Me sonríe levemente y se marcha.
Es que mira que soy torpe pero torpe y tonta. Es que a este paso va a tener razón Helios, que si me dan un cactus se me muere.

Meto el paquete en el carro y voy a la caja para pagar. Empiezo a poner las cosas en la cinta y mi cabeza me hace un clic.

¿Cómo coño sabía este tío mi nombre?

Chica Coraza. Marco AsensioWhere stories live. Discover now