Capítulo 51-Dos días.

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-¿Pero tú no eres consciente de que te vas a hacer daño si sigues así?...Tan cabezón como el padre.

Me acerco a las gradas y cojo a Isquito en brazos.
El monito estaba colgado de las vallas que hay en las gradas, menos mal que el padre no lo ha visto porque sino el grito que pegaría se escucharía hasta en Japón.

Lo dejo en el suelo y va corriendo hacia el primer balón que ve.

Zidane al verme aquí se sorprende y pega un grito haciendo que todo el mundo pare el entrenamiento y me miren.
Camino hacia ellos y me pongo al lado de Zidane.

-Hoy no os tocaba venir aquí al césped, ¿Ha pasado algo?

-Han llegado los de mantenimiento para comprobar que todo esté bien, así que lamentándolo mucho hay que suspender el entrenamiento.

Hay dos tipos de emociones, unos se alegran porque están muertos y otros se enfadan porque querían seguir entrenando.

-¿Y no se puede entrenar en el gimnasio?-pregunta Zidane y niego-¿Por qué no?

-Hasta dentro de media hora nada.

-Pues en media hora nos vamos al gimnasio muchachos.

La gran mayoría empieza a protestar, es normal, nunca mezclan los dos tipos, o es gimnasio o es césped pero nunca los dos, más que nada porque van a acabar muertos.
Zidane se gira y les pone la cara más seria que acojona a cualquiera haciendo que se callen la boca. Me sonríe y se va, ole sus huevos.

-¿Y como que no nos han avisado antes carajo?-pregunta Ramos mosqueado-Podríamos haber hecho otra cosa.

-Luego no voy a poder ni conducir-dice Casemiro suspirando.

-Lo siento chicos, pero es que la empresa que lo hace no lo han comunicado que era hoy-digo disculpándome-Ir a la cafetería o si queréis que os ayudemos en algo, estamos donde siempre.

Me sonríen amablemente y me doy la vuelta para volver a mi sitio de trabajo, hoy estamos ordenando la sala porque últimamente hemos tenido mucho movimiento de cargamento de vendas y parches y está todo patas arribas.

Camino por los pasillos y de repente se apagan las luces...¿Hola que está pasando?
Seguro que son tan inútiles que han tocado los plomos sin darse cuenta y han hecho un apagón. Menos mal que me conozco lo bastante bien los pasillos.

Sigo andando intuyendo que voy en buena dirección, me he dado varios golpes con dos esquinas distintas, si es que ya lo he dicho muchas veces que soy una persona muy torpe.

Llego a las puertas de lo que espero que sean las de la sala de los fisioterapeutas, y efectivamente lo es.
Están Nora y Adam con las linternas de los móviles encendidas mientras siguen ordenando.

-¿Como se lo han tomado?-pregunta Adam riendo.

-Pues hay de todo como siempre-contesto sonriendo y miro a Nora-¿Le has contado lo del test?

-¡Tía!-exclama enfadada y me da un golpe en el brazo-Aun no.

-¿Y a qué esperas?

-¿Que test?-pregunta Adam curioso y las dos nos giramos a verle-Ya me ha entrado la curiosidad.

-Uno de actitud que puede llegar a cambiar tu vida-respondo guiñando un ojo a Nora y se tapa la cara-Niños me voy a ver si ha llegado algo nuevo.

Veo a Nora negar con la cabeza y a Adam con una cara de no entender nada.
En verdad no voy a ningún sitio, solo quería que lo hablaran en privado. Lo más seguro es que Nora quiera matarme en estos momentos, y ojo que no le quito la culpa ya que cuando quiero soy lo peor de este mundo, pero fijo que en un futuro me lo agradece.

Chica Coraza. Marco AsensioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora