Y en unas horas estábamos entrando a la feria pegada a Coney Island en Brooklyn.

Llevaba puestos unos shorts de mezclilla holgados con botillas marrones y una holgada blusa color violeta.

-Ven, Sven ¡Corre! -Merida le gritó al perro mientras salía corriendo en dirección al carrito de hamburguesas.

Quise intentar correr, pero sentí una presión en el abdomen que me hizo detenerme.

Llevé mi mano a mi vientre para acariciarlo.

-¿Te duele el estómago? -Pregunta Anna llegando a mi lado.

-Sí, fueron como cólicos.

-¿Ya te llegó el periodo?

-Claro, desde la semana pasada.

-Son corajes, recuerda que siempre nos lo decía mamá cuando nos enojábamos.

-¿Fui castigada por enojarme con Jack?

-Yo no dije eso -se aclaró la garganta - Oye y entonces ¿No has hablado con Jack?

Le miro y ella me mira con dulzura, como siempre lo ha hecho.

-No, creo que estaremos un tiempo así.

-Oh bueno -Mira hacia Mer y Kris – Entonces dejemos un tiempo de hablar de él y vayamos por una hamburguesa.

Ordenamos nuestras hamburguesas para comerlas en las mesas de picnic en el área de comida.

Sven estaba fascinado comiendo su carne de hamburguesa que Anna le compró.

-¿Y si subimos a la rueda de la fortuna primero y después a todos los extremos?

-No Mer -Dice Anna más emocionada – Mejor subamos a todos los extremos y por último a la rueda de la fortuna.

-Están locas -Digo cerrando la caja de la hamburguesa con la mitad adentro.

-Al menos yo no dejaría la hamburguesa -Merida la tomó - ¿No tienes hambre?

-Ya estoy satisfecha.

-Eso dices con sólo tres bocados de cualquier comida -Dice Merida.

-Seguro haces espacio para los nachos o el algodón de azúcar -Dice Kristoff.

-Menos comida y más juegos ¿Qué les parece?

Había conseguido que se pusieran en pie para retirarnos y subir a la montaña rusa.

El primer viaje fui con Anna, mientras Merida con Kristoff atrás de nosotras.

-Prohibido a mujeres embarazadas, a mayores de 65 años con problemas cardiacos o paralíticos – Merida lee y se levanta de su asiento para hablarnos -Anna es tu momento ¿Estás embarazada?

-Demonios, ahora tendré que bajarme.

-¿De verdad? -Kristoff ahora la mira asombrado.

-¡Obviamente no!

Las tres reímos. Sven quedó al cuidado de uno de los chicos de controles del juego para así cuando terminemos podríamos llevárnoslo.

Y quisieron así el rato, montañas rusas, juegos que dan vueltas, carros chocones y por último la rueda de la fortuna.

En esta me senté con Merida quien llevaba un plato de nachos con extra queso y carne de res adobada.

-Tengo que decirlo, te veo muy delgada.

-¿Eso es bueno? -Le pregunta ya que me mira sospechando.

-No lo sé, dime tú ¿Quieres bajar de peso?

Me enamore de un Stripper.Where stories live. Discover now